Los ganaderos de la comarca de La Vera han pedido a la Junta de Extremadura una prueba «fiable» para detectar la tuberculosis bovina y evitar así los falsos positivos en las campañas de saneamiento, que conllevan «pérdidas importantes» de ganado y también económicas. Tras más de 30 años de lucha, aseguran que la Administración regional les somete a una serie de criterios que, «lejos de erradicar la tuberculosis, lo que va es a más», pues se trata de una enfermedad zoótica que se comparte con otra fauna.

En declaraciones a Europa Press Televisión, José Rafael García, Casto Galero y Justino Sánchez, tres ganaderos de la Comarca de La Vera, han comentado la situación en la que se encuentran sus explotaciones. Sus animales se someten a la prueba de detección simple, y ellos exigen que se les realice la tuberculina comparada. Con la prueba simple a los ejemplares que dan positivo se les sacrifica, y según denuncian los ganaderos en el 80% de los casos «e incluso por encima» se corrobora después que se trata de falsos positivos, porque los animales dan negativo en las pruebas post morten y los resultados de la autopsia. Por ello, reclaman un análisis que «en vida» les garantice que las cabezas que se llevan al matadero «realmente» tienen tuberculosis.

«Estamos teniendo una pérdida impresionante de ganado», indica García, que señala que con la prueba tuberculina comparada habrá «menos posibilidades de matar animales que no estén enfermos». Los ganaderos también han planteado que se practique la prueba del gamma-interferón y que aquella vaca que dé positivo a las dos pruebas, sea la que se sacrifica. «Si una vaca está enferma tiene que dar (positivo) a las dos, sino puede ser un error», han reiterado.