Año bisiesto, año siniestro, decían ayer los agricultores más veteranos de las Vegas Altas al ver el tremendo efecto que han dejado las tormentas de granizo caídas especialmente en la noche del domingo. Tormentas cuya singular característica es su dispersión, pero a la vez concreta localización. «Hay explotaciones arrasadas y a escasos 200 metros intactas», señalaban ayer algunos afectados.

La fuerte tormenta de agua y granizo se dejó sentir en primer lugar en la zona más al este de la provincia pacense y el agua comenzó a correr como un río por municipios como Orellana La Vieja. Desde allí, la tormenta se desplazó en forma de granizo hasta Villanueva de la Serena dejando un manto de agua helada que en algunas zonas como los bajos del paso a nivel superó el medio metro de altura.

En la localidad de Entrerríos, los vecinos tuvieron que achicar el agua de sus casas con la ayuda de efectivos del cuerpo de bomberos de la Diputación de Badajoz y de la brigada de intervención de urgencia del Ayuntamiento de Villanueva de la Serena, así como de dos agentes de la Policía Local y una patrulla de Guardia Civil.

Pero la peor parte se la llevaron las cosechas de la zona que, en algunos puntos, han sufrido la virulencia de los granizos por segundo día consecutivo.

A la luz del día «el daño es catastrófico», ha asegurado a Efe el presidente de la Asociación de Agricultores de Don Benito y Comarca, Emilio Camacho. Según ha explicado, fueron «cuerdas aisladas» de tormenta que por donde han pasado «han arrasado».

NUMEROSOS IMPACTOS / En localidades como Valdivia y Zurbarán la tormenta de granizo ha llegado en un momento en el que el campo trabaja en las tareas de entresaque de la fruta de hueso, y allí algunas piezas han recibido más de una veintena de impactos.

En el caso de la siembra del tomate, que este año se ha retrasado por la falta de lluvia, las plantaciones tempranas han sido castigadas del mismo modo en la comarca de las Vegas Altas.

Ahora toca cuantificar los daños, una tarea que se prolongará, al menos, durante las dos próximas semanas debido a la extensión de la tormenta, ha indicado Camacho, que este lunes está visitando las plantaciones de la comarca para valorar el alcance de las lluvias y el pedrisco.

Según Camacho, es muy difícil de cuantificar en tan poco tiempo, máxime cuando han sido cuerdas en muchas zonas, algunas con mayor otras con menor intensidad, lo que está claro es que ha habido zonas afectadas como Entrerrios, Rena, Villar de Rena, Medellin, Mengabríl, algunas zonas de Don Benito, Villanueva. «No hay herramientas para hacer una cuantificación correcta en tan poco tiempo, habrá que esperar días para tener el dato, pero seguro que es catastrófico». La zona ya fue duramente castigada en 2018 por fuertes tormentas que asolaron cultivos como el de la ciruela, el melocotón, el maíz y el tomate.

Las tormentas dejaron un impresionante manto de granizo en carreteras de la zona y en numerosas explotaciones. Carreteras blancas con varios centímetros de espesor de granizo, inundaciones de fincas y severos daños en frutos que empezaban a cuajar son los primeros elementos de un diagnóstico fatal. Especialmente virulenta fue la caída de granizo en Entrerríos.

El propio presidente de la Asociación de Agricultores de Villanueva de la Serena (Agryga), Herminio Íñiguez, se acercó en la misma noche a la zona afectada y grabó un vídeo impactante con el suelo blanco por el granizo. «Hay explotaciones arrasadas», ha llegado a decir Íñiguez, en unas primeras valoraciones de lo sucedido.

LA JUNTA VALORA LOS DAÑOS / El secretario general de Desarrollo Rural y Población, Manuel Mejías, visitó ayer Entrerríos para conocer de primera mano las consecuencias de la tormenta. Técnicos de la Consejería de Agricultura visitaron la zona para evaluar los daños, al igual que hicieron la semana pasada con otras zonas de la región afectadas por las inclemencias meteorológicas. La Junta de Extremadura instará a Agroseguro a una rápida y acorde peritación de los daños de la zona