Los hermanos Knopfler ya jugaban a adivinar acordes con una raqueta de tenis en su infancia y su hermana les corregía la posición porque ambos decidieron que la mano izquierda era más cómoda. Ninguno cambió de parecer cuando pudieron tener entre manos una guitarra y fue cuando dos zurdos que tocaban como diestros crearon Dire Straits.

Ni son zurdos como Mark y David y ni, a pesar de que en el nombre de la banda aparece un hermanos en inglés, los integrantes de la banda tienen lazos de sangre. Eso sí, el sentimiento hacia los británicos es equiparable a una familia. Nueve miembros --y seis técnicos-- integran Brothers in band, una formación que homenajea al mítico grupo hasta en su apodo --el apelativo proviene de la canción Brothers in arms --. Su inquietud musical tampoco se queda atrás. La banda, que nació hace ocho años con cuatro integrantes pretende, según apunta a este diario su vocalista Oscar Rosende "interpretar los temas" de la banda desde la "admiración y humildad".

Para demostrarlo, los hermanos tendrán tres oportunidades con los exigentes admiradores extremeños del grupo británico esta semana: el 11 de febrero, en el palacio de congresos Manuel Rojas de Badajoz, el 12 de febrero, en el auditorio cacereño y el 13, en el mismo espacio, pero de Mérida.

Quince años tenía Oscar Rosende cuando descubrió a la "banda de su vida". Se encerraba en el salón de su casa con su guitarra y a fuerza de escuchar una y otra vez las canciones, conseguía predecir los acordes. Recuerda, según relata a este rotativo, que cerraba los ojos y se imaginaba interpretando los temas frente a las miradas atentas del público. Hoy, a sus 34 años y junto a ocho músicos, llena auditorios. "He cumplido el sueño musical de mi vida", apostilla a la vez que se vanagloria de haber conocido al propio Knopfler y de la "colección de guitarras" firmadas que posee.

Tributo al directo del 92

Mucho ha llovido desde el mítico directo que ofrecieron los Dire Straits en el estadio Príncipe Felipe de Cáceres en el año 1992. Curiosamente esta cita con la música de Mark Knopfler recuerda a aquella vez que subió a las tablas y dedicó sus letras a las filas de espectadores cacereños.

Rosende rememora esa fecha y apunta que el directo de este fin de semana irá encaminado en la línea de ese concierto del agosto de hace más de veinte años. Nueve intérpretes, al igual que hace dos décadas, subirán al escenario. En cuanto al repertorio, apunta que "es complicado resumir la discografía" de los británicos sin hacer un directo de "siete horas". Ellos lo harán en dos horas y media. Durante ese periodo, "los actores musicales" --tal y como se definen-- interpretarán clásicos y canciones que recordarán los fans .

A escasos días de la fecha, con tablas y una futura gira europea, Rosende asegura que siente una "presión motivacional" por estar a la altura. Añade, además, que aunque "es imposible llegar a su nivel", el objetivo de los hermanos es conseguir que "cuando el espectador cierre los ojos durante medio segundo, sienta que está escuchando a los Dire Straits".