En el escenario de paz que se ha perfilado en los últimos años a nivel internacional Extremadura ha jugado un papel importante, no a nivel administrativo, pero sí en cuestiones logísticas. Las tropas extremeñas han sido claves a la hora de garantizar la tranquilidad en zonas que intentaban poner fin a un conflicto armado y en países que debían recomponer su estructura interna dañada tras la guerra.

En los últimos años la cooperación internacional se ha convertido en una actividad cada vez más intensa y en ese ámbito Extremadura es una de las regiones que más lo ha notado. La Brigada Extremadura XI, afincada en la Base de Bótoa, ha participado desde 1997 en misiones que han llevado el nombre de la comunidad a lugares teóricamente tan ajenos a la región como Bosnia, Kosovo e Irak.

Desde hace tres semanas 434 soldados de la agrupación extremeña --concretamente del regimiento Castilla 16-- están de nuevo destacados en Kosovo, concretamente en Istok, donde una vez más intentarán facilitar el desarrollo de la hoja de ruta diseñada en 1999 por la ONU para este territorio serbio de mayoría albanesa. Pero la presencia de los soldados de la región en la antigua Yugoslavia no es nueva.

Mucha experiencia

Hasta en cinco ocasiones --1994, 1995, 1997, 1998 (duraría tres años) y 2001-- la Brigada Extremadura XI, que aglutina a diversas unidades de infantería, actuó en Bosnia Herzegovina, primero en plena guerra, durante operaciones de interposición de fuerzas , y luego para hacer cumplir los acuerdos de Rambouillet.

Entre el 2003 y el 2004 se llevó a cabo una misión en Kosovo y entre diciembre del 2003 y abril del 2004 tuvo lugar la comprometida operación desarrollada en Irak.

Pero la historia de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI se remonta a tiempos mucho más remotos. Se constituyó el 10 de julio de 1965 y se ubicó en Madrid, según explica José Gil Pérez, comandante jefe de la oficina de Comunicación de la agrupación. No sería hasta 1985 cuando, coincidiendo con la reorganización de las capitanías generales, se trasladaría hasta su actual ubicación en Badajoz. Esta brigada aglutina a regimientos de infantería como el Saboya 6 y el Castilla 16, además de un batallón de artillería, un grupo logístico, una unidad de zapadores y un batallón de cuartel general.

Historia remota

Cada una de estas unidades tiene su propia historia. Por ejemplo el Regimiento de Infantería Mecanizada Castilla, creado en 1793 y en el que se integraron personajes tan conocidos como el escritor Enrique Segura, el músico Bonifacio Gil --que compuso su himno-- o el general Neila y Ciria, famoso porque en el poblado de Cascorro mantuvo la plaza durante 13 días a pesar de que sólo disponía de 150 hombres frente a 5.000 enemigos.

Entre otras cosas, esta unidad --que guarnece la plaza de Badajoz desde diciembre de 1883-- participó en la guerra con Francia a finales del siglo XVIII, en la Guerra de la Independencia, en la Guerra de Cuba o en las Guerras Carlistas, en las que luchó junto a la Reina Isabel II.

El Regimiento de Infantería Mecanizada Saboya es aún más antiguo y su historia se remonta al 6 de noviembre de 1537, cuando el marqués del Basto, por orden del emperador Carlos V, lo creó en Milán como Tercio de Saboya. En 1561 fue disuelto y treinta años después fue reorganizado por Felipe II para ayudar al Duque de Saboya. Entonces contaba nada menos que con 10 compañías y 1.000 soldados.

Los militares de este tercio lucharon contra los piratas berberiscos en el Mediterráneo entre 1610 y 1614 y en una de las guerras contra Francia se le designa, en 1639, con el sobrenombre de "El Terror de los Franceses".

Defendió Ceuta en 1725, asedió Gibraltar dos años después y en 1801 participó en la Guerra de las Naranjas, una campaña durante la que ocupó las plazas de Olivenza y Campomayor. También defendió Melilla, a mediados del siglo XIX, y tras integrarse en el madrileño Cuartel de la Moncloa fue disuelto al comenzar la Guerra Civil.

Tras la contienda se trasladó a Leganés y en 1986 adquirió su nombre actual. Hace 15 años, en abril de 1991, se despidió de Leganés para trasladarse a la Base General Menacho.