Juan Amate es hostelero, no tiene miedo a la ley antitabaco y ha decidido que en su local, situado en la localidad pacense de Trujullanos, sí se fuma.

Decidió levantar la veda a la prohibición hace una semana, debido al descenso en el número de clientes y a las pérdidas que ha sufrido su negocio, que rondan el 70%. "Antes venían, consumían, fumaban y seguían consumiendo. Ahora vienen, piden una copa y se van porque no pueden fumar", asegura.

Por ello, ha colgado el cartel de "permitido fumar" y ha mantenido la zona para no fumadores que se habilitó hace unos años "para respetar los derechos de todo el mundo".

Amate conoce bien la ley y sabe que se puede enfrenta a multas de hasta 12.000 euros. Quizá en unas horas le llegue la primera, puesto que una inspectora de Sanidad se ha puesto en contacto con él para informarle de que mañana por la mañana irá a visitar su negocio, el hostal restaurante California. "No he hecho esto a lo loco, no soy un inconsciente. Y no es chulería, sino una defensa de mi negocio. Se que yo solo no voy a conseguir nada, pero lo que busco es movilizar a los hosteleros de toda Extremadura y de toda España para organizar una jornada de huelga general en señal de protesta por el daño que nos están haciendo".