Con cerca de 90.000 licencias en activo, la caza se configura como un sector importante para la economía regional. De hecho, según un estudio elaborado por la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), la pasada campaña cinegética movió en la comunidad unos 360 millones de euros. El estudio, titulado ‘Situación de la Caza en Extremadura’, ha sido realizado por este colectivo por primera vez y presentado en la última edición de la Feria de Caza, la Pesca y la Naturaleza Ibérica.

Según se recoge en este informe, más de 83% del territorio extremeño tiene gestión cinegética mientras que un 30% también alberga figuras de protección ambiental, lo que para Fedexcaza viene a poner de manifiesto que «caza y gestión son compatibles y van de la mano». Además, según datos del colectivo, el año pasado la Administración autonómica recaudó 6,8 millones de euros por los impuestos y tasas procedentes del sector cinegético.

Según explicó el presidente de Fedexcaza en la presentación del estudio, los datos dejan claro que la caza es una actividad imprescindible para Extremadura por su doble papel de desarrollo rural y de conservación de los espacios. A su juicio, no obstante, aún queda mucho potencial sin explotar en la caza, un sector que «necesita políticas de impulso para formación, para la profesionalización y apoyo a la empresa en el mundo de la caza, porque todo ello será apoyo al desarrollo rural».

En este mismo sentido, el pasado verano la Asociación de Turismo Cinegético de Extremadura (Tuciex), ya avanzó que uno de sus objetivos será incentivar las visitas de los cazadores extranjeros que acuden a Extremadura con paquetes turísticos específicos, generando con ello un negocio que aporte riqueza y beneficio económico a la región.