La Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Ordenación Industrial, Energética y Minera, ha elaborado un Inventario de Minas y Canteras de Extremadura, activas y abandonadas para revalorizar sus recursos patrimoniales y minimizar los posibles impactos para el entorno y los riesgos para la seguridad de las personas.

Los trabajos ya han terminado en la provincia de Cáceres, donde se han estudiado 404 explotaciones. El 75% de ellas están en estado de abandono. Sobre las existentes en Badajoz aún no hay datos definitivos, ya que no se ha finalizado el inventario.

A partir de ahora las actuaciones se centrarán en la restauración de los espacios para devolverles su aspecto original, pero también se revalorizarán aquellos que tenga valor patrimonial de importancia o la actividad extractiva haya tenido cierto significado histórico. En este caso, se les otorgarán nuevas funciones educativas, recreativas o culturales.

Para ello, la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente destinará 1.148.324 euros en unas obras que consistirán fundamentalmente en la realización de vallados de excavaciones y socavones en aquellos casos en los que existe un fuerte desnivel que produce la existencia de riesgo de caídas. También se realizará el forjado de pozos que actualmente no tienen protección alguna o es deficiente, para evitar que se puedan producir caídas de personas o animales, así como los rellenos de socavones y excavaciones.

Asimismo, se acometerá la siembra en algunas explotaciones en las que la restauración de la vegetación se considera posible y en las que las labores mineras habían dejado la tierra desnuda y carente de vegetación, y la señalización.

PLASENZUELA El Gobierno regional destaca el stock de Plasenzuela como un ejemplo de la importancia que la minería metálica tuvo en la provincia de Cáceres. Estas antiguas explotaciones destacan por tener un interesante valor patrimonial, además de enmarcarse en un medio natural de gran importancia ecológica, como es la dehesa, existiendo en su entorno figuras de protección, como los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes.