Se afilió a Izquierda Unida hace apenas seis años, aunque siempre ha sido muy activista en los movimientos sociales de izquierda. "Ni de lejos", dice, se esperaba llegar a coordinar la organización política en Extremadura. Y llega en uno de los momentos más delicados tras la derrota electoral y la división interna surgida después de la abstención en la investidura del primer presidente del PP de Extremadura. Joaquín Macías (Almendralejo, 46 años y residente en Monesterio), licenciado en Filosofía, es desde el domingo el líder de un partido más preocupado ahora mismo por adaptarse al nuevo escenario político y por resolver su desunión que por volver a la Asamblea regional.

--¿Por qué decidió presentarse en un momento tan delicado?

--Precisamente por eso. Uno intenta ser coherente con su ideología y en este momento que IU, que era la fuerza de referencia de la izquierda, está pasando por una situación complicada es importante que los que entendemos que somos de esa forma política de pensar arrimemos el hombro.

--¿Cuál es su principal reto?

--Ahora mismo resolver la cuestión interna de IU, conseguir que haya diálogo, buen ambiente de trabajo y tener un grupo en la dirección en el Consejo Político Regional cohesionado y que trabaje en la misma dirección, con las discrepancias que seguiremos teniendo, esas no van a faltar, pero con lealtad. En lo externo, participar en el debate sobre el destino de IU Federal y hacia la sociedad atajar el problema del desempleo.

--El domingo fue elegido por unanimidad pero en una asamblea con pocos afiliados, 200 de unos 700. ¿Se siente legitimado?

--Sí. Hubo también muchos simpatizantes. Sabíamos que corríamos un riesgo al hacer esta asamblea así y no hacerla con delegados. Con delegados hubiera sido más fácil garantizar tanto la celebración como la asistencia, pero creíamos que la situación de IU exigía que le pidiéramos a los afiliados una respuesta clara en el sentido de comprometerse con la organización, de hablar de su destino y de abrir una nueva fase. Con los que han venido lo hemos conseguido. Hubo menos participación de la que pensábamos pero estoy contento con la asamblea.

--¿Es posible volver a unir al partido tras años de discrepancias?

--Creo que sí. Recomponer las relaciones con todos los que están fuera y quieren y creen que IU debe ser la organización de referencia para la gente de izquierda es uno de los principales objetivos. Hay otras personas que se fueron a otras organizaciones y piensan que no es la organización de referencia, pues con ellos nos entederemos en otras cosas, pero espero que sí, tanto con el Partido Comunista, que necesita una renovación, como con otros compañeros que ahora no participan en IU, por lo menos intentarlo.

--Muchos de los que no fueron a la asamblea le critican que sigue una línea continuista de Escobar...

--Es un calificativo que no acabo de entender. Que yo haya trabajado con Escobar, que yo sea leal, no significa nada más. Yo con Pedro he discutido mucho dentro del grupo parlamentario, es inevitable hacerlo porque cada uno tiene su forma de ver las cosas, pero esas discusiones no han salido de donde tenían que estar. Cuando hablan de continuismo no sé a qué se refieren, puedo entenderlo pero creo que quien lo dice lo hace con mala intención y con desconocimiento porque no conoce a Pedro Escobar ni a mí. Ni Pedro me hubiera designado nunca como heredero ni yo tampoco lo hubiera aceptado en esas condiciones. Aparte, el marco en el que estamos ahora no es para nada el de IU hace 4 años. El panorama es distinto y va a seguir siendo complicado.

--¿Hay contactos con esos críticos que se alejan de IU?

--En el proceso ha habido muchos enfrentamientos. Lo más duro ha sido que en las elecciones municipales ha habido compañeros de Cáceres, Plasencia y Badajoz que nos llevaron a una situación límite, de la noche a la mañana a una semana de registrar las candidaturas de IU, no las teníamos y eso ha dolido mucho. Ha sido muy duro y nosotros no hemos dejado de hablar con ellos a pesar de todo, con los que siguen en IU digo. Hemos seguido negociando para hacer las listas conjuntas en las generales y lo hemos conseguido. Igual que hablamos con la gente del Partido Comunista, aunque no hayan querido participar en la asamblea. Contacto hay, pero esto no se va a arreglar en dos días, sería ingenuo pensarlo.

--¿Qué papel le dará a Escobar?

--Debe seguir siendo un hombre importante. Claro que le tendré en cuenta. Uno de los recursos de cualquier organización son las personas veteranas que han trabajado y sufrido mucho y a ellos no podemos ignorarles. Yo he discrepado mucho en ocasiones con Escobar y con otros compañeros dentro del grupo, porque ha habido cuestiones que no me han parecido bien.

--¿Cuestiones como la cercanía al PP criticada a veces?

--No es cercanía, se trata de que en relación con nuestro programa y las posibilidades de conseguir cosas, qué es lo que se podía o no conseguir. La renta básica es uno de los logros importantes, pero ha faltado que se hiciera con más agilidad, que tuviera más dinero. También se ha hecho bien que los recortes no fueran tan duros como en otras comunidades y desde fuera eso se valoraba más. Hay luces y sombras, pero han sido 4 años muy complejos.

--¿Qué cree que ha pesado más en los resultados de IU: la situación nacional del partido o las decisiones durante la pasada legislatura?

--Creo que a IU en general le ha afectado la aparición de Podemos y también ha influido mucho nuestra pelea interna, la bronca que se ha percibido es una cuestión que nos ha hecho mucho daño, no tanto la cuestión de abstenernos para que gobernara el PP sino como una parte de IU ha criticado esa decisión, que fue una decisión respaldada por las bases.

--¿Ha hablado ya con Alberto Garzón? ¿Cómo están las relaciones con la federal?

--Aún no he hablado con él, nos veremos este sábado que hay Consejo Político Federal. Las asperezas no están cerradas por completo, pero con la dirección federal hemos mejorado mucho la relación. Es importante que Alberto Garzón venga por Extremadura.

--En el nuevo escenario político, ¿es partidario de que IU mantenga su identidad o de una posible integración con otras fuerzas como Podemos?

--A priori no, creo que IU tiene que seguir con su nombre porque me parece que es una marca que tiene su identidad, su público y creo que además define a lo que verdaderamente aspiramos. El hecho de la posible alianza con Podemos son cuestiones que por ahora solo nos planteamos nosotros. Además, creo que ellos tienen una cierta deriva a la centralidad y su modelo de organización no respeta a las minorías, como sí lo hace el nuestro. En Podemos la lista mayoritaria se lleva todo y nosotros mantenemos el peso de cada lista en los órganos de dirección.

--¿Se ha alejado IU de la sociedad?

--Sí. IU nace como un proyecto de movimiento político y social, pero durante muchos años sólo nos hemos puesto a trabajar en firme cuando había elecciones, nos hemos dedicado sólo al movimiento político y hemos dejado de lado el social. También creo que hemos fallado en el esquema de las protestas, siempre lo hemos dejado en manos de los sindicatos y esto nos tiene que hacer reflexionar.

--¿Se ve de vuelta a la Asamblea?

--Tenemos que trabajar para conseguir eso entre otras cosas, volver a tener representación en la Asamblea y poder influir en la política cotidiana. Es posible volver en tres años. Esto es importante pero ahora lo que más me preocupa es tener una organización bien preparada y en la calle.

--¿Como ve la negociación de loa presupuestos?

--Me da la impresión de que todos los partidos están mirando para Madrid. En el momento que la situación nacional se desatasque aquí se desatascará también en términos parecidos. La situación es triste en términos de responsabilidad política.