El presidente de Unexca ha recogido el guante lanzado por el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y está dispuesto a poner en marcha una gran cooperativa que aglutine a todo el sector.

--¿Cómo surgió la idea de la cooperativa única?

-- La primera propuesta la realizó hace dos años el presidente de la Junta en unas jornadas de Acorex, en las que dijo que había que pensar en unirse. Luego, en las últimas jornadas de Unexca ya hizo una propuesta en toda regla ante el 90% del cooperativismo extremeño. Y Unexca le dijo que estaba dispuesta a empezar a andar. Es algo a lo que se viene dando vueltas en el movimiento cooperativo en los últimos años, incluso en el ámbito europeo. Una gran cooperativa ayudará a ser fuertes frente a los grandes monstruos con los que tratamos y tenemos productos líderes para hacerlo.

--¿Alguien ha mostrado sus reticencias al proyecto?

--Al revés. Todos han coincidido en que lo primero que hay que hacer es aprovechar todas las estructuras que hay e incluso fortalecer lo que se está haciendo bien. Hace unos años ya hubo un intento de hacer una cooperativa única y fracasó. Por eso ahora se trata de dar pasos, despacito, en 5 o 10 años. Queremos marcarnos las metas año a año, y creemos que hay sectores que a poco que unamos, como el arroz, van a tirar del resto.

--¿Cuáles van a ser los primeros pasos que van a dar?

--En los próximos 2 ó 3 meses vamos a tener los estudios sectoriales para saber qué somos, cómo estamos y hacia dónde vamos. Vamos a marcarnos unas prioridades y a empezar a trabajar.

--¿Y cree que el sector cooperativo está preparado?

--O nos preparamos o nos preparan. Sólo hay que salir al exterior, como por ejemplo a Alimentaria, y ver que estamos en un rinconcito, que no somos tan importantes. En el cooperativismo, o empezamos a hablar y a dejar de lado los personalismos y las ideas de grandeza, o mal vamos. En un primer momento puede haber compañías que no aguanten el tirón, pero a largo plazo sí funcionará.

--¿Realmente es necesario dar este paso?

--Sí, estamos convencidos. Y hay que hacerlo sin correr, que cuando se asiente un pie no nos duela el otro. De aquí a cuatro meses hay que dar un impulso fuerte a este proyecto.

--¿Qué le falta a los productos extremeños para dar el salto definitivo hacia el éxito?

--Meterlos en botes. Digo eso porque Extremadura vende casi todo a granel y para vender algo transformado hay que hacerlo a gran volumen. También falta marketing, y quererlo y que los extremeños empiecen a pensar que nuestros productos son iguales o mejores que los demás.