Julio Viñuela espera sentado junto a una mesa en el patio interior del Parador de Mérida, resguardado del sol entre los muros de este antiguo convento del siglo XVIII. Se quita la chaqueta para capear el calor, luce camisa blanca --"soy un poquito madridista", confiesa-- y, antes de explicar por qué la compañía que preside, Cetarsa, pretende deshacerse del 20% de su plantilla, pide trasladar la entrevista a los jardines del edificio, un lugar más tranquilo y más reservado.

--¿Por qué una empresa pública, con cerca de 15 millones en beneficios en los últimos años y que ha contratado un 10% más de tabaco este año, recurre a medidas tan drásticas como un ERE y el cierre de una fábrica?

--Un plan de reajuste de este tipo no se debe solo a causas económicas, a la existencia de pérdidas acumuladas. La ley también contempla estas medidas cuando se produce un cambio de marco normativo tan fuerte que una empresa con beneficios entra en riesgo de pérdidas. En parte, estamos ante una situación así. El sector ha sufrido unos cambios que nos han dejado en esta situación.

--Cambios como que ustedes se han comprometido a pagar el doble a los cultivadores. El resultado, este plan de reajuste.

--Son dos hechos que no tienen esa relación tan directa.

--Entonces, ¿por qué?

--Han influido dos cosas: la bajada brutal del consumo de tabaco negro y que la desaparición de la prima acoplada ha puesto de manifiesto las ineficiencias existentes en el cultivo y la transformación. En Cetarsa éramos conscientes de que teníamos que reducir costes y adaptarnos, y lo hemos ido haciendo. Ahora han terminado las ayudas y el contexto es otro. Todo el sector se compromete a un reajuste y en Coria teníamos dos opciones: o mantenerla pese a la fuerte caída de la demanda de tabaco negro, contratando solo a los fijos y prescindiendo de los 66 discontinuos, con la tragedia que eso supondría al dejar a estas personas sin ingresos; u optamos por prejubilar a los que se pueda e indemnizar al resto para que puedan afrontar su futuro a corto plazo. Las dos son opciones muy dolorosas, pero la segunda es mejor que la primera.

Por otra parte, hemos analizado dónde están las plantillas de trabajadores subutilizados para ahorrarnos esos costes. Esto lo podíamos haber hecho ya en el 2005 y ahora estaríamos hablando de medidas menores. Pero entonces no sabíamos qué iba a ocurrir en el 2010 y no quisimos embarcarnos en la aventura de un cierre precipitado.

--En el 2004 usted dijo que el ERE del 2002 fue insuficiente. ¿Esto es lo que estaba pendiente?--Sí. Dije aquello y lo mantengo. Desde entonces hemos aumentado la productividad y la eficiencia de nuestros centros para reducir costes. Y hemos compensado la pérdida de empleos que eso supone con una mayor cuota de mercado. Nos habíamos centrado en ajustes técnicos y de proceso, y teníamos pendiente este ajuste de personal.--Con precios más bajos, ¿también habrían presentado este ERE?--Este es un esfuerzo económico que realiza el sector, no solo Cetarsa. Nosotros planteamos a las cigarreras una subida de precios y ellas nos exigen una mayor eficiencia. Además, para garantizar la continuidad, tenemos que pagar al agricultor un precio suficiente y lo hemos duplicado. A la vez, tenemos que hacer una oferta competitiva para que nuestros clientes compren el producto. Para conjugar todo eso nosotros tenemos que reducir nuestros costes de producción.

--Con precios más bajos, ¿también habrían presentado este ERE?

--¿El cierre de la fábrica de Coria es totalmente inevitable?--Es que el consumo de tabaco negro, el que produce Coria, está sufriendo un gran declive. La gente no compra ese tabaco y, con independencia de lo que ocurriera con el sistema de ayudas, íbamos a tomar medidas. En el 2005 Coria ya estaba en una situación complicada. Se lo dijimos a su alcalde y nos comprometimos a tratar de mantener abierto este centro con el poco tabaco para fermentación que quedaba. El declive está ahí: en el 2008 se fermentó una cuarta parte de lo que se hizo en 2005.--Pero en 2009 aumentó considerablemente la producción y este año se ha contratado más burley.--Fue una operación concreta, una compra excepcional de un cliente que necesitaba un suministro especial, para una sola vez. Difícilmente va a volver a ocurrir. El burley español va a plantear problemas. No es un tabaco de buena aceptación, caro de producir y sin gran calidad. Sería conveniente que los agricultores lo asuman y vayan pensando en cambiarse al virginia.

--Pero en 2009 aumentó considerablemente la producción y este año se ha contratado más burley.

--¿Qué se hará con el tabaco fermentado hasta ahora en Coria?--Se batirá en Navalmoral y Talayuela para hacer tabaco rubio. El tabaco negro, el que se fermenta, ya no nos lo va a comprar nadie.

--¿Cuánto se ahorrará Cetarsa con este ERE y el cierre de Coria?--Depende de lo que salga de la mesa de negociación. Nos vamos a ahorrar lo suficiente para cuadrar el coste de lo que vamos a pagar a los agricultores, el precio al que venderemos nuestro tabaco y conseguir unos beneficios mínimos. Esa es la ecuación. La cifra concreta no la sé. Sí sé el objetivo y dónde actuar, pero no sé qué va a salir de la negociación. No puedo dar cifras porque son solo hipótesis.--¿Quién asumirá el trabajo de los 40 técnicos y administrativos fijos afectados por el ERE?--Estos técnicos y administrativos vienen realizando una jornada anual de apenas cuatro meses y eso genera un sobrecoste enorme. Vamos a concentrar esa función en un número menor de trabajadores.

--¿Quién asumirá el trabajo de los 40 técnicos y administrativos fijos afectados por el ERE?

--¿Contratarán empresas externas?--No, en ningún caso.--¿Está garantizada la continuidad de la compañía?--El plan garantiza la competitividad de la empresa a largo plazo. Cumplimos las exigencias del sector y contribuimos a su continuidad.--Las fábricas de Talayuela y Navalmoral y los almacenes de La Vera, ¿tienen garantizado su futuro?--Sí, a menos que haya un cambio importantísimo en las circunstancias económicas. Si cada uno hacemos nuestro papel (los cultivadores ajustan sus costes, nosotros los nuestros y se mantienen las ayudas), esto lo veo asegurado totalmente hasta 2013. Y si logramos una reestructuración real del sector, tendrá futuro más allá.--¿Se ha planteado o se plantean una privatización de Cetarsa?--En estos momentos no. Nadie me ha dicho que se vaya a privatizar la empresa. Ni es la voluntad del gobierno ni tampoco creo que es un momento oportuno, ¿quién va a comprar una empresa de un sector que hasta hace seis meses estaba en el aire?

--¿Está garantizada la continuidad de la compañía?

--Las fábricas de Talayuela y Navalmoral y los almacenes de La Vera, ¿tienen garantizado su futuro?

--¿Se ha planteado o se plantean una privatización de Cetarsa?

--Empieza a hablarse de un nuevo plan de futuro, como en el 2002. Pero aquellas inversiones comprometidas entonces no han servido para crear empresas y empleo en la zona.--Yo no estaba en esa época y yo no me habría comprometido a nada, como hizo SEPI. El sector público puede apoyar financiera y técnicamente proyectos que el sector privado ha estudiado y quiere poner en marcha. Pero no puede inventarse proyectos. El Estado puede apoyar iniciativas pero no está para reindustrializar.

--Aún así, han hablado con el alcalde de convertir la planta de Coria en un parque empresarial.