Una semana después del inicio de las clases, la Junta aún no ha decidido qué solución va a dar a los profesores de Religión, los cuales pierden carga lectiva --y parte del sueldo-- con la aplicación del nuevo currículo de ESO y Bachillerato. Estos docentes ya han mostrado su enfado asegurando que son víctimas de un «ERE ideológico» y piden ser compensados. Desde Educación anunciaron que habría una reunión oficial la semana pasada, pero ésta no ha tenido lugar. «Se mantiene el contacto continuo entre los dirigentes de la Consejería y los representantes de los docentes de Religión. Aún no se ha tomado una decisión. Se siguen barajando varias alternativas», es la respuesta, de momento, por parte de Educación.

El portavoz de los profesores de esta materia, Ángel Marín, indicó ayer que están «valorando los efectos reales de las medidas adoptadas».

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, planteó que estos docentes completaran su horario con tareas de biblioteca o similares, propuesta que enfadó a sindicatos como PIDE porque «labores de funcionarios de carrera iban a ser realizadas por personal laboral contratado a dedo». H