La Junta de Extremadura subvencionará un 40% las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo de energía eléctrica de manera «excepcional y transitoria» con el objetivo de contrarrestar el denominado «impuesto al sol» decretado a finales de 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy. Así lo manifestó ayer el consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, tras la publicación en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) de la convocatoria de ayudas destinadas a las instalaciones de energías renovables para 2017, que cuenta con un presupuesto de 4.388.986 euros y que pueden solicitarse a partir de hoy. «Estas ayudas se mantendrán mientras siga vigente el citado impuesto que todos los partidos políticos, menos el PP, quieren suprimir», afirmó Navarro. También destacó que el Gobierno regional quiere «agotar el crédito» disponible de esta convocatoria, ya que supondría un «éxito» al permitir la distribución de las energías renovables por toda la región y la generación de empleo entre los pequeños instaladores locales.

La novedad principal de la presente convocatoria es la inclusión de ayudas para la instalación de placas fotovoltaicas destinadas al autoconsumo, una tecnología que está normalizada en otros países mientras que en España vive una «situación excepcional» como consecuencia de la «alianza» que mantienen el Ejecutivo de Mariano Rajoy y las grandes compañías eléctricas. De esta forma, Navarro manifestó que las ayudas habilitadas por el Ejecutivo extremeño buscan incentivar la instalación de placas fotovoltaicas en la región porque el «impuesto al sol» establece algo tan «asombroso» como el pago de la energía consumida cuando no se está conectado a la red eléctrica.

Además de las subvenciones para la instalación de placas fotovoltaicas, la convocatoria establece también ayudas para otros equipos de producción de energías renovables como la biomasa, la solar térmica (agua caliente), biogás (purines), geotermia e hidrotermia. Los beneficiarios son tanto las personas físicas que quieran instalar en su vivienda uno de estos sistemas para la producción de electricidad o calor, como empresas para su utilización en naves industriales o locales, así como los municipios y las entidades locales menores.

Esta es la segunda convocatoria de ayudas para energías renovables que pone en marcha el actual Ejecutivo regional y que están incluidas en la Estrategia de Especialización Inteligente de la comunidad. La anterior, de 2015 y «mucho menos ambiciosa» al disponer de casi la mitad de presupuesto, se agotó en el apartado destinado a personas físicas, pero sobró dinero en lo relativo a empresas y ayuntamientos, según la directora general de Industria, Energía y Minas, Olga García.

TRES LÍNEAS DE AYUDA / La convocatoria establece tres líneas de ayudas en función de los beneficiarios. La primera de ellas está dirigida a personas físicas respecto a viviendas de su propiedad, ya sean de uso habitual o segunda vivienda, así como a comunidades de propietarios. Estas ayudas incluyen instalaciones para producción de energía térmica que utilicen la biomasa como combustible, así como la sustitución de quemadores de combustibles fósiles por quemadores de biomasa. También subvenciona las instalaciones de producción de energía eléctrica mediante paneles solares fotovoltaicos en instalaciones aisladas con y sin acumulación. Se incluyen las instalaciones mixtas eólicas-fotovoltaicas, siempre que la potencia fotovoltaica sea superior al 50% del total.

Sobre este asunto, el consejero explicó que se ha tomado como coste de referencia para la instalación de cada kilovatio de pico (kWp) un importe de 2.500 euros, de tal modo que para una vivienda tipo en la que se instalen 2 kWp instalados, la cuantía de la subvención ascendería a 2.000 euros. En el caso de las instalaciones para autoconsumo el máximo subvencionable es de 5 kWp.

La segunda línea de ayudas se destina a municipios y entidades locales menores para actuaciones en energías renovables siempre que se cumplan los requisitos que se contemplan para dicha tecnología. También hay una tercera línea de ayudas que están dirigidas a las empresas privadas y agrupaciones de empresas, siempre que dispongan de personalidad jurídica, así como a los empresarios individuales o autónomos y a los proveedores de los servicios energéticos.