No hay ninguna crisis en el Gobierno autonómico ni la política de vivienda se va a resentir tras la dimisión el sábado de Leonor Martínez-Pereda al frente de la Agencia Extremeña de la Vivienda. Así lo aseguró ayer el vicepresidente de la Junta, Ignacio Sánchez Amor, que cree que la exdirigente de la agencia debe admitir cualquier rectificación del Ejecutivo regional. Sin embargo, para la oposición este hecho junto con la dimisión que no llegó a fructificar del consejero de Economía y Trabajo, Manuel Amigo, en apenas dos meses, demuestra que el Gobierno de Rodríguez Ibarra atraviesa una situación delicada.

Sánchez Amor aseguró que en las últimas fechas se habían dado determinados "mensajes equivocados" en materia de vivienda que el Gobierno regional creía necesario corregir, por lo que, a su juicio, Martínez-Pereda, en vez de dimitir, debería haber admitido las aclaraciones al respecto por parte del Gobierno.

En cualquier caso, dijo que la Junta "respeta" los motivos personales aludidos por la expresidente de la Agencia de la Vivienda, y aseguró que fue él que puntualizó unas declaraciones de Martínez-Pereda, en las que entre otras afirmaciones decía que la Junta de Extremadura solo compraría aquellas viviendas de protección oficial que salgan a la venta por primera vez, y que se había ganado la batalla política en relación con los Planes de Interés Regional (PIR).

INQUILINOS PREOCUPADOS El Gobierno regional, dijo Sánchez Amor, considera que "en los últimos tiempos algunas declaraciones habían podido causar alguna preocupación en algunos poseedores de vivienda", y recalcó que no se plantean ninguna "batalla entre partidos", sino de que personas con rentas más bajas puedan acceder a una vivienda.

Sin embargo, estos argumentos no son válidos para el PP. Su presidente regional, Carlos Floriano, indicó ayer que esta dimisión se debe a que Martínez-Pereda ha descubierto y hecho público que el presidente de la Junta hace de la vivienda una "batalla política y una estrategia electoral", comentó.

Por otro lado, para el coordinador regional de IU, Víctor Casco, este hecho "rebela definitivamente la crisis de gobierno que se vive en el Ejecutivo extremeño y que fue precedida por la fallida dimisión de Amigo".

A este respecto, para el vicepresidente de la Junta, "la oposición hace su papel", pero reiteró que "Floriano debería comportarse de otra manera".