La Junta de Extremadura ha reafirmado esta mañana que el tren ha llegado a una situación de "no retorno", que requiere "medidas de excepcionalidad" por parte del Gobierno central, de acuerdo con el Ejecutivo regional y el Pacto del Ferrocarril, para "garantizar seguridad a los viajeros." Así lo ha señalado la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, tras el descarrilamiento del tren de ayer.

Respecto a las causas del incidente, ha señalado que, a pesar de que el Comité de la empresa se trate de un "interlocutor válido", desde la junta esperan que el Gobierno de España "confirme oficialmente esta cuestión" de si se trata de sabotaje o no.También Gil Rosiña ha recordado que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ya hizo ayer "un posicionamineto firme de las exigencias, transparencias, explicaciones y respuestas" que tienen que dar al mismo.

Finalmente, la portavoz ha asegurado que la situación del ferrocarril ha llegado a "una situación de no retorno, de excepcionalidad" por parte de los poderes públicos que garanticen seguridad a los ciudadanos de la región. "Aquí ya no estamos hablando de si las inversiones suben un 10%, un 15% o un 20%, de a qué ritmo van las licitaciones o del esfuerzo del inversión del Gobierno. Aquí estamos hablando de la seguridad de la gente y frente a eso no hay cifras, hay decisiones", ha concluido.