La vicepresidenta segunda y consejera de Economía, María Dolores Aguilar, ha ofrecido los instrumentos de la administración autonómica al sector del tomate para mejorar la competitividad de este producto. Aguilar hizo este ofrecimiento en el transcurso de una reunión mantenida en Santa Amalia con los responsables de las industrias transformadoras de tomate de la comarca de las Vegas Altas. La vicepresidenta dejó claro que "el sector tiene un aliado en la Junta de Extremadura y la administración regional tiene que responder a la necesidad y demanda del sector que viene derivado en la actualidad de las regulaciones de la Unión Europea". Entre las conclusiones extraídas de la reunión mantenida con los cooperativistas, María Dolores Aguilar se ha referido a la necesidad de llevar a cabo una segunda y hasta una tercera transformación del producto a fin de aprovechar el tejido productivo creado con las nuevas industrias abiertas en los últimos años. Aguilar no sólo puso a disposición del sector tomatero el departamento de I+D+I de la Junta de Extremadura, sino los departamentos de investigación de la Universidad de Extremadura y el centro tecnológico alimentario "para ser competitivos y llegar donde no llegamos ahora" Por su parte, Domingo Fernández, presidente de la sectorial de Transformados de UNEXCA recalcó que las principales preocupaciones del sector del tomate pasan en la actualidad por la reforma de la OCM que probablemente estará lista a finales de año y por el incremento de los precios de los cereales. En este sentido, los agricultores pueden plantearse en próximas campañas qué cultivos sembrar y qué cultivos les son más rentables y en el caso de decantarse por los cereales surgiría un problema en el sector del tomate, cuyas inversiones no están amortizadas, según matizó Fernández. Sobre la campaña de recolección del tomate, el representante de UNEXCA precisó que hay un retraso en la campaña de diez días, lo que se traduce en un 15 por ciento menos fabricado que el pasado año en estas mismas fechas. No obstante, según Fernández, el tomate es de muy buena calidad, los kilos por hectárea están superando lo previsto y hay capacidad suficiente en las industrias extremeñas para que no haya problemas.