Se limitó a escribir un mensaje en la red social Twitter: «Ante los acontecimientos de esta noche en los trenes extremeños exijo al gobierno respuestas, explicaciones y acciones concretas». Fue la reacción del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, a las graves incidencias en el servicio de Renfe el primer día del año. El mismo medio para expresarse usó el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, horas después, para asegurar que entendía la indignación de los usuarios: «Pese a las medidas implementadas, que han reducido averías, aún se dan otras inadmisibles», afirmó.

Relacionadas

Fue el director general de Transportes de la Junta, José González, quien salió a dar explicaciones a los medios de comunicación con tono enojado llamando «inútiles» a los gestores de Renfe. Y desde la operadora ferroviaria volvieron a pedir disculpas a los pasajeros y a prometer medidas que, de sobra ya se sabe, no servirán para evitar próximas averías.

Es el resumen del día después de una jornada ya calificada de «horrible» e «indigna» en la que hubo cuatro percances en el tren extremeño en menos de 24 horas afectando a casi 300 viajeros. En la más grave, 180 personas se quedaron tiradas de noche en mitad de la vía cerca de Navalmoral de la Mata durante tres horas sin luz ni calefacción. Llegaron a destino con cuatro horas de retraso.

La consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García Bernal, pidió directamente a Renfe que suspensa el tren si no hay seguridad.

Por su parte, el director general de Transportes manifestó: «Si no son capaces, si son unos ineptos y no pueden hacer un transporte ferroviario seguro para los ciudadanos que lo dejen y que busquen uno alternativo. Porque en Renfe sean unos inútiles que no son capaces de gestionar adecuadamente una avería, no pueden quedar aislados a los extremeños. Que no pongan en peligro la seguridad de los ciudadanos».

Y agregó que cuando hablaba de seguridad se refería también a las propias estaciones: «Los ciudadanos pueden algún día hartarse y pasar lo que nadie quiere que pase».

INTERVENCIÓN DE LA POLICÍA / En cuanto a que los agentes de la Policía Nacional tuvieron que actuar en la estación de Cáceres para calmar los ánimos, consideró que es un asunto «gravísimo». «Se podía haber armado algún incidente con empleados de Renfe que tampoco tienen la culpa».

La Junta ha requerido «por escrito y a la mayor brevedad» al presidente de Renfe, Isaías Táboas, un «informe exhaustivo» de qué ocurrió el pasado martes, «y no solo con respecto a las averías sino también la gestión que se hizo de las mismas».

Desde la Administración regional depositaron toda la responsabilidad en la operadora ferroviaria: «Si ese tren se queda en Navalmoral -lamentó- porque ya estaba tocado y se hace el trasbordo en autobús, se hubiera hecho a una hora razonable y nadie hubiera tenido que estar toda la noche en medio del campo. Esa fue la nefasta gestión».

«Yo no se qué brillante mente -prosiguió- es a la que se le ocurrió dar la orden de que continuara el tren, no lo puedo entender, y eso nos lo tiene que explicar el presidente de Renfe, porque es lo que nos tiene indignados, no la avería, sino la gestión del incidente. Eso es lo realmente cruel, que nadie tuviera dos dedos de frente, siendo técnicos como son, para decir este tren no puede continuar, se tiene que parar en Navalmoral».

Desde Renfe respondieron que se ha abierto una investigación para conocer las causas concretas de la avería y que se van a adoptar las medidas necesarias «para que no vuelva a producirse».

Además, aseguraron que se van a implementar dos nuevas acciones: que en todos los trenes (y no solo en los más sensibles) vaya un mecánico; y la revisión de los protocolos de actuación en caso de incidencias para «minimizar el impacto de las mismas en el confort de los viajeros».

«MENOS INCIDENCIAS» / No obstante, desde la compañía también subrayaron que se han puesto en marcha otras medidas que «han permitido reducir el numero de incidencias registradas en Extremadura en los últimos meses».

Entre ellas, la sustitución de los 11 trenes de la serie 598 por otros de la 599. De momento se han reemplazado cinco y está previsto que entre febrero y mayo se cambien los restantes. Se supone que son en los que se producen más del 70% de los fallos mecánicos.

También se ha nombrado un coordinador del sistema ferroviario en la comunidad, Eduardo Villar, para intermediar entre Adif y la Junta.

Las últimas averías y retrasos que también provocaron una gran indignación ocurrieron durante el pasado puente del Pilar. Hubo disculpas del presidente de Renfe y dos ceses: el gerente de Servicios Comerciales Sur; y el de Gestión y Contratos de Fabricación y Mantenimiento. A pesar de los anuncios de mejora del servicio y la lluvia de palabras de compromiso, apenas dos meses y medio después el episodio se repite. Y con mayor gravedad.