Menos cooperativas, pero más potentes y competitivas. Es la filosofía que inspira el decreto en el que trabaja la Junta de Extremadura con una línea de ayudas para promover la fusión e integración de cooperativas y también para crear cooperativas de segundo grado con las que en definitiva se constituyan estructuras empresariales de mayor dimensión. El decreto está en los últimos trámites y se prevé que a mediados de julio pueda estar en marcha. El decreto que establece las bases reguladoras de subvenciones destinadas a apoyar los procesos de reestructuración del sector cooperativo agroalimentario no es nuevo. Ya salió en el 2015 una línea de ayudas con la misma filosofía aunque entonces no llegó a tramitarse ningún expediente, según explican desde la Consejería de Economía, por las limitaciones que la redacción del texto imponía entonces. De hecho la partida estuvo a punto de desaparecer en la tramitación del presupuesto actual, aunque finalmente los grupos consensuaron mantenerla. Eso sí, en el 2015 la línea de ayudas superaba los 400.000 euros y ahora el presupuesto contempla 250.000 para este año.

"No es una cantidad abultada, pero queremos que sea un primer paso y que se pueda incrementar a partir del próximo años la dotación", justifica la directora general de Economía Social, Carmen Moreno.

La filosofía es similar al anterior decreto porque se trata de reestructurar el sector cooperativo agroalimentario, que se generen vínculos entre las distintas sociedades cooperativas o incluso que incorporen a sociedades limitadas o sociedades anónimas en su estructura, así como que resulten cooperativas de segundo grado por unión o por absorción de otras de primer grado. En todo caso se eliminan algunas limitaciones del primer plan de ayudas en cuanto al sector y la facturación mínima.

El texto recoge un conjunto amplio de beneficiarios, con el fin de que de aquí a unos años "vayamos teniendo muchas menos cooperativas de las que tenemos ahora y que facturen más", dice Moreno.

MAS FUERTE El borrador del decreto recoge que la finalidad es dar respuesta a las necesidades del sector agroalimentario extremeño para situarlo en un lugar competitivo fortaleciendo su administración, producción y comercialización. Para ello se establecen tres líneas de ayudas. Dos de ellas ya estaban en el decreto de 2015 y eran las líneas de ayuda a los gastos de puesta en marcha y los gastos de gestión de la cooperativa resultante del proceso de integración. Pero se incorpora a esto otra medida que financiará además las cuotas de ingreso y el capital social que una cooperativa de primer grado debe aportar para integrarse en una de segundo grado, una aportación que en muchas ocasiones limita este tipo de operaciones.

De esta forma la línea de ayudas contempla subvenciones de hasta 20.000 euros para la puesta en marcha de la estructura resultante de la unión de cooperativas y hasta 150.000 euros para la gestión de la nueva cooperativa reestructurada (la cantidad se prorratea en los cuatro años que se exige que debe mantenerse activa la cooperativa resultante). Para la ayuda al capital social y la cuota de ingreso, las ayudas pueden ascender a 30.000 por cada una de las cooperativas que se integren en el proyecto.

Siendo así, si una cooperativa de segundo grado hace su proyecto de reestructuración, puede tener como cooperativa de segundo grado una ayuda para puesta en marcha (hasta 20.000 euros), otra para gestión (hasta 150.000 en cuatro años) y una tercera (hasta 30.000 euros) para cada una de las pequeñas cooperativas que se sumen a ella.

Extremadura es la quinta comunidad autónoma por la dimensión de sus cooperativas en el sector agroalimentario. Pero como recoge la memoria de Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura, "el desarrollo del sector en Extremadura y en España pasa necesariamente por construir grupos con mayor dimensión económica y mejor organización". El sector goza de buena salud en la región y grupos como Acopaex, Viñaoliva, Oviso y Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte figuran entre las cien primeras de España. La facturación de todas ellas rondó los 400 millones en el 2014 (el último del que se disponen datos cerrados) y generan 600 puestos de trabajo.

LAS PEQUEÑAS Pero junto a ellas conviven también muchas cooperativas pequeñas que están en pueblos muy próximos o incluso en el mismo pueblo, y de cuya unión resultarían estructuras más grandes y competitivas.

El decreto está en los últimos trámites. A principios de julio se verá en el Consejo Superior del Cooperativismo --que en principio apoyará el decreto-- y la previsión es que la línea de ayudas pueda abrirse a lo largo del mes de julio. A ellas podrán concurrir todos los proyectos que se hayan desarrollado a lo largo del 2016.