El Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres juzgará el 17 de diciembre a un médico del centro de salud de Miajadas por el supuesto homicidio imprudente de una bebé de seis meses. La Fiscalía de Cáceres, en el escrito de acusación, solicita para el facultativo una pena de dos años de prisión, la inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante cuatro y el pago de una indemnización de 103.000 euros a los padres de la niña.

La Fiscal indica que el 26 de diciembre de 2010, estos llegaron con la bebé a urgencias del centro de Miajadas al haberse puesto la niña "morada tras atragantarse con un biberón". Padecía una cardiopatía congénita de la cual había sido operada el 24 de noviembre de 2010 en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde, indica el escrito, "habían indicado a los padres que si presentaba algún síntoma tenían que acudir al médico".

El acusado, señala el ministerio fiscal, a pesar de la "insistencia" de los padres de que estaba recién operada, "se limitó a auscultarla a nivel de pecho y a decir que ventilaba bien, que se fuesen tranquilos". Para la Fiscalía la exploración fue "totalmente inadecuada e incompleta". A la media hora los padres tuvieron que regresar con la niña al notar que "respiraba muy rápido y estaba pálida". Al llegar les atendió un enfermero que al observar que tenía las pupilas dilatadas "comenzó a reanimarla, avisando al médico, continuando éste con la reanimación sin resultado y produciéndose el fallecimiento de la bebé".