Para ser campeón de kárate es necesario mantener relaciones sexuales a menudo, al menos diez veces a la semana". Esto, según uno de los denunciantes, solía decirle a sus alumnos el profesor Fernando Torres Baena, ahora en prisión preventiva acusado de abusar sexualmente de medio centenar de alumnos de la escuela de kárate que dirigía en Las Palmas de Gran Canaria. Afortunadamente parece que estos conocimientos no los difundió entre los primeros estudiantes extremeños de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte a los que impartió clases durante un curso académico en la recién estrenada Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Extremadura. Sus excompañeros y exalumnos se muestran sorprendidos tras conocer el presunto entramado de abusos y pederastia de que se acusa al prestigioso profesor que durante su estancia en Cáceres ya tenía en marcha. "Llevaba 35 años abusando de menores" declaró una víctima, recoge el diario Canarias7 .

La presunta red de corrupción sexual orquestada por el que hasta hace poco parecía un deportista y profesor de prestigio internacional, propietario del centro de kárate Torres Baena con un palmarés envidiable --títulos nacionales y mundiales-- se conocía a finales de enero. La difusión de la "secta sexual" de Baena --con estructura piramidal, en la cual el profesor aplicaba su particular y estremecedor axioma: "Aquí todos con todos y todos conmigo"--, ha despertado sentimientos de "sorpresa" y "alivio" entre quienes le conocieron. Es el caso del profesor de Ciencias del Deporte en Cáceres Fernando del Villar, decano durante la primera década de la facultad (del 94 al 2004), cuando Torres Baena fue contratado como profesor eventual sobre 1995. Aquí impartió a decenas de alumnos extremeños Deportes de Combate un curso académico a la par que hacía su tesis doctoral, pero nunca levantó sospechas sobre los turbulentos episodios sexuales a menores que al parecer ya cometía en Canarias, a donde viajaba con frecuencia, recuerda Del Villar. "Decía que estaba separándose de su mujer e iba a ver a sus hijos".

VIAJES A LAS PALMAS Sus constantes ausencias y la "falta de cumplimiento con las clases y sus obligaciones como docente" dejaron huella. "Con él tuvimos bastantes problemas", recuerda el exdecano, hasta tal punto que el equipo decanal propuso al rectorado que no renovaran el contrato de Torres Baena un año más y se fue. "Aunque fui criticado, creo que actué correctamente". Es el único caso que se ha dado en el centro. No era puntual en clase, faltaba semanas enteras, pasaba noches en la facultad, no cumplimentaba partes,... Estas situaciones fueron agravando la relación del exdecano con el karateca. Por lo demás "con los alumnos tenía buena relación. Hablaban bien de él y no hubo problemas en clase". Pero en las distancias cortas, con el exdecano parecía "tener dos caras, una más cercana y otra más colérica cuando no coincidías con su forma de pensar". En Cáceres no se le conocía residencia estable. "Sabíamos que era raro pero nunca que llegara a este extremo".

Otros excompañeros del canario están igual de sorprendidos. "Esta noticia ha sido bastante desagradable", comentan, sobre todo porque "era un muy buen compañero y una persona afable con ganas de trabajar", recuerda otro docente, al tiempo que rememora que sorprendió su contratación porque Deportes de Combate se suele impartir por profesores de judo y no de kárate, como era su caso.

Una de sus exalumnas en Cáceres confirma la buena relación de Baena con los estudiantes. "En clase se comportaba correctamente y había contacto físico en las prácticas, pero nunca pasó nada extraño. Era afectivo, cordial y muy simpático como son los canarios. Tampoco faltaba mucho a clase", recuerda. El exdecano rememora que se relacionaba más con un reducido grupo de estudiantes que protestaron ante su marcha. "Se comentaba que podría tener algo con una alumna fuera de la facultad por el trato próximo que tenían, pero no se confirmó. Su comportamiento era lógico", explica la exalumna.

Con esto coincide otro docente que continúa en la facultad, Konstantinos Gianikellis. "Sé que tuvo problemas administrativos pero la relación con el personal del centro era correcta. No tuve nunca problemas con él. Era amable y querido por sus alumnos", recuerda, por eso cuando se enteró de la presunta trama se quedó "estupefacto". Gianikellis habló con él por teléfono hace unos meses porque el canario le propuso una investigación conjunta. "Quedamos hace tres o cuatro meses en que vendría por aquí a concretar los objetivos". La denuncia de una de sus presuntas víctimas no le dejó pasarse por Cáceres antes de ir a la cárcel.

Actualmente ejercía como profesor en la universidad de Las Palmas, donde tampoco se le intuía la semejante secta que alimentaba dentro de la escuela de kárate que fundó en 1981. Dos monitoras también están en prisión: María José González (su actual pareja) e Ivonne González, mientras el caso está en fase de diligencias previas. Hay otros tres imputados en libertad.