Llegan con la emoción y el miedo en la mirada, las primeras noches no pueden evitar las lágrimas; pero poco a poco se van adaptando a un hogar muy diferente al que ellos conocen. Es otro olor, son otros sabores. Ellos viven en tiendas en un campamento de refugiados; en su nueva casa hay grifos, escaleras, camas con colchones. Tienen entre 10 y 12 años y proceden de Tinduf, en territorio de Argelia. La Federación Sáhara Extremadura (Fedesaex) mandó ayer un mensaje para instar a las familias extremeñas a ser acogedoras de niñas y niños saharauis durante este verano.

Hasta finales de mayo es posible iniciar los trámites para ser un hogar temporal para ellos, «una experiencia vital que cambia la vida a los menores, pero también a los padres», recuerdan desde esta entidad.

Más de dos décadas

Desde hace más de 20 años, en los meses de julio y agosto, numerosos municipios de la comunidad autónoma reciben a niños y niñas saharauis dentro del programa Vacaciones en Paz, un proyecto integrado por personas voluntarias de diferentes asociaciones de solidaridad con el pueblo saharaui pertenecientes a Fedesaex.

Existe un grupo de trabajo que se encarga de la formación, el apoyo y la resolución de todo tipo de dudas de las familias que se animan a ser parte de esta experiencia. Hay, igualmente, colaboración con la Delegación Saharaui para Extremadura.

Bajo el lema Mucho más que Vacaciones, «este programa persigue la mejora de las condiciones sanitarias y alimenticias de las niñas y niños que nos acompañan durante esos meses, el fortalecimiento de sus capacidades socioeducativas e interculturales, así como la sensibilización e información a nuestra sociedad sobre la injusta situación del pueblo saharaui», explican desde la federación.

Lo cierto es que los menores proceden del territorio argelino de Tinduf, donde, a partir de 1975, se asentaron familias que huyeron cuando Marruecos inició la ocupación y la represión y España decidió abandonar su provincia del Sáhara Occidental.

Fue la conocida como Marcha Verde, que lanzó el rey Hassan II (padre del actual Mohamed VI), para anexionarse ese terreno. Entonces el Frente Polisario inició una guera de guerrillas contra la ocupación marroquí.

Desde entonces la situación de estas familias no ha cambiado; siguen siendo refugiados.