Nacimiento: 1975, EN PALMA DE MALLORCA.Formación: En 1973 entra en el colegio de la Guardia Civil en Valdemoro. Termina su formación dos años después y ejerce como agente hasta el año 2002. Actualmente está retirado.En la AUGC desde 1997

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 16 de marzo los proyectos de Ley de Derechos y Deberes y de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, que recogen parte de las reivindicaciones de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en los últimos años. El secretario general de esta organización en Extremadura, Agustín Pereira, analiza las consecuencias de estas reformas.

--¿Están satisfechos?

--Sí, aunque faltan algunos puntos que intentaremos conseguir en la tramitación parlamentaria, como la libre elección de residencia, los derechos de huelga y manifestación o la libertad de expresión.

--Ya no les aplicarán el Código Penal Militar, ¿qué supone?

--Los guardias civiles se verán liberados del yugo militar. Ya no tendrán que exponerse a prisión por faltas disciplinarias como tardar más de lo estipulado en tomarse un café.

--Se reconoce el derecho de asociación, no el sindical. Eso legaliza la situación de la AUGC.

--Sí. Ahora funcionamos como asociación sociocultural. Somos un sindicato tolerado políticamente pero no por los mandos del cuerpo. En un futuro funcionaremos como la asociación profesional de jueces y magistrados.

--¿Por qué este retraso?

--Por la presión de los mandos, que torpedean la democratización del cuerpo. Temen perder parte de su poder y que esto se extienda al Ejército.

--El Gobierno aún no contempla la desmilitarización...

--Es cuestión de tiempo. Hay que avanzar poco a poco, pero sabemos que con una Guardia Civil civil seremos más efectivos.

--¿Han cedido a sus presiones?

--Sin duda. Sin la manifestación del 20 de enero no lo hubiésemos logrado. De hecho, se han saltado el trámite de la consulta al Poder Judicial. El año pasado nos manifestamos sin uniforme y la repercusión fue menor.

--¿Les recriminan que cuando entraron en el cuerpo ya sabían a qué se exponían?

--Sí, pero como trabajador siempre quieres mejorar tu situación. Hay un documento del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que dice que el régimen disciplinario de la Guardia Civil vulnera derechos fundamentales.

--¿Cuál es la situación?

--Los guardias civiles no salen a vigilar, sino a ser vigilados. Tienen una papeleta de servicio y si no la cubren se exponen a prisión. Los mandos desconfían de los agentes, creen que no vamos a realizar nuestro trabajo.

--¿Qué falla?

--Hay que concienciar a los mandos de que están tratando con policías, no con militares.

--¿Han recibido presiones?

--En Extremadura representamos a más de la mitad de la escala básica, con 1.400 afiliados, y muchos compañeros no se asocian por miedo. Los oficiales que han querido hacer reformas se han visto acallados a la fuerza.

--¿Cómo están los cuarteles de la región?

--La atención al ciudadano es pésima. Hay cuarteles cerrados por la tarde. No es rentable ni efectivo tener abiertos 10 cuarteles pequeños cuando puedes centralizarlo todo en uno.