Aprovechando que mi madre se va de vacaciones y que por tanto no leerá los próximos artículos hasta su vuelta, inicio una serie entrelazada de artículos donde os escribiré de los temas que ella no quiere que os escriba: religión y política. Pero antes un par de puntualizaciones.

Primero. Cuando os hable de religión es muy probable que lo haga con poco cariño. Se suele criticar a la religión por las personas que gestionan el modelo (fieles, obispos, curas, religiosos, misioneros) y no al modelo religioso en sí. Yo opino lo contrario. Esas personas ayudan mucho más a los demás que los que no somos religiosos. Sin su labor creo que la sociedad en general sería más infeliz y menos ética. Por cierto, una labor que realizan desde el anonimato y sin pedir ni querer nada a cambio. Es decir, creo en lo que hacéis queridos religiosos, pero no creo en lo que creéis. Y a pesar de lo que escriba en los próximos artículos, para mí es más importante "el hacer que el creer".

Segundo. Cuando os hablé de política ocurrirá lo contrario. Criticaré a los políticos y menos al modelo. La mayoría de los políticos quieren algo y lo quieren conseguir a través de la política, aunque la mayoría dice tener servicio de vocación pública. Mienten. Buscan o dinero o protagonismo o asegurar un futuro profesional para cuando se les termine. Y ahora mi opinión contraria a la tuya. Tenemos un país mediocre que no paga a los políticos lo que se merecen. No les damos estabilidad ya que cada 4 años puede que estén en la calle y tienen salarios bajos y encima queremos que se los bajen más.

Y entonces, ¿por qué escribes contra la religión y a favor de que los políticos se suban el sueldo? Siempre me gustó crear cierta polémica. Es lo que menos me gusta de mí. Y además necesito escribirlo para poner cierto orden en mi cabeza respecto a estos temas.

Y a ti, ¿te ayuda la religión?