El presidente del Parlamento de Extremadura, Fernando Manzano, subraya hoy que 30 años después la responsabilidad de los parlamentarios autonómicos es la misma, construir una región capaz de alcanzar el desarrollo que se merece y garantizar el bienestar de los ciudadanos.

Manzano participa hoy en el acto institucional con motivo del 30 Aniversario de la Asamblea de Extremadura, que ha reunido a diputados autonómicos de las ocho legislaturas y a autoridades políticas, militares y judiciales, como el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes.

En la sesión también han intervenido el alcalde de Mérida y el senador, Pedro Acedo; y la cerrarán el presidente del Ejecutivo extremeño, José Antonio Monago; y la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Saenz de Santamaría.

Tras la emisión de un vídeo que repasada la historia de la Asamblea, por la que han pasado 300 parlamentarios, Manzano ha tomado la palabra para resaltar el proceso autonómico.

"Creo en la autonomía, no sólo porque supone una profundización de la democracia, sino porque acerca a los ciudadanos al poder y la administración, y viceversa", indica.

Manzano resalta que hace 30 años fueron conscientes de la importancia histórica del momento. "Porque una etapa terminaba en Extremadura y una nueva se iniciaba", la fase de autogobierno.

Hasta entonces no existía identidad regional, ni capital, ni bandera, ni himno, ni Día de Extremadura, recuerda.

El presidente de la Asamblea aprovecha esta celebración para que el arco parlamentario sea capaz de expresar y representar de la manera más acertada los intereses y los deseos de todos los extremeños.

Por último, realiza una mención especial para sus seis antecesores, especialmente para Antonio Vázquez, el primero, y Manuel Veiga, ambos fallecidos, y agradece la labor de los 300 diputados que han pasado por el Legislativo extremeño y de sus trabajadores.

El alcalde, por su parte, dice que Mérida vivió en primera persona el momento histórico de la constitución de la Asamblea y la conversión de la ciudad en capital de Extremadura y sede de sus instituciones.

Esta declaración, a su juicio, la aceptó con vocación de servicio y con el deseo de integrar a todos los extremeños.

Aunque la capitalidad supone un esfuerzo añadido, apunta el alcalde, está al servicio de "un proyecto común llamado Extremadura".

Acedo aboga por mantener el espíritu de diálogo de entonces para seguir avanzando.