Más de 133.600 grullas comunes (grus grus) han elegido Extremadura para invernar, más de la mitad de los ejemplares que llegan a España, según los datos recogidos en el último censo realizado hace unas semanas por el Grupo de Trabajo y Conservación de la Grulla Común, que ha datado la presencia de esta especie en trece comunidades autónomas. Extremadura ha batido este año el récord de grullas invernantes con más de 3.000 ejemplares nuevos con respecto al censo del año pasado hasta alcanzar un total de 133.685 ejemplares.

José Antonio Román, coordinador del censo y miembro de esta asociación, explicó ayer que España da cobijo a más de 255.300 grullas, la segunda cifra más alta obtenida hasta la fecha en un censo para la especie, sólo superada por los datos obtenidos en enero de 2017, cuando se contabilizaron algo más de 260.000 ejemplares.

El coordinador el censo apuntó que España vuelve a convertirse en el principal destino de las cerca de 400.000 grullas que se estima pueblan el occidente europeo y cuya mayor parte viaja hasta España para pasar el invierno. Recordó que las grullas eligen España para invernar tras recorrer más de 4.000 kilómetros de distancia, porque en nuestro país encuentran amplias zonas que le proporcionan el alimento que en sus países de origen no encuentran en esta época del año y que las grandes dehesas y los amplios arrozales y maizales son algunos de los lugares que aprovechan para alimentarse.

Tras Extremadura, Castilla-La Mancha es la segunda comunidad en importancia para la invernada, con 51.775 ejemplares, aunque en esta región han quedado algunas zonas importantes sin poder ser censadas, como es el caso del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Morena, donde se sabe que invernan algunos cientos de ejemplares.

La comunidad autónoma de Aragón vuelve a acoger este año un número significativo de ejemplares, 49.032, después de que la laguna de Gallocanta haya vuelto a recuperar unos niveles de agua adecuados para acoger a esta especie, puntualizó Román, que remarcó que, en 2018, la mayor parte de estas grullas tuvieron que viajar hacia otros lugares debido a que este enclave natural se encontraba seco.