La Consejería de Salud y Política Social de Extremadura ha prorrogado los contratos con las siete entidades que gestionan los 19 hogares de acogida de menores y jóvenes del Gobierno regional (GobEx), a las que destinará 3,7 millones de euros para mantener un recurso que ofrece un entorno de convivencia familiar alternativo al modelo de institución que constituyen los centros de acogida. Un total de 116 niños y jóvenes ha residido en estos hogares durante el 2012, según ha informado recientemente el director general de Política Social y Familia, Juan Bravo, tras reunirse con el presidente de la Federación Asociativa de Hogares y Pisos de Acogida de Menores de Extremadura, Antonio García Galindo.

Ambas entidades colaboran en el Programa de Hogares de Acogida de Menores de la región, que forma parte de la red de recursos asistenciales para responder a la demanda de protección y atención tanto al menor como a la familia, informa la Junta en nota de prensa. El director general explica que en estos hogares se cubren no solo las necesidades materiales y educativas de los niños y jóvenes, sino también las afectivas, por lo que su funcionamiento es similar al de una familia, pues "un día en un hogar de acogida es como un día en una familia numerosa en la que la jornada comienza preparando la mochila para ir al colegio".

Los contratos con las entidades encargadas de la gestión de los 19 hogares de acogida de menores tienen vigencia en unos casos hasta agosto del 2014 y en otros hasta noviembre de ese mismo año. La cuantía, de 3,7 millones de euros, se mantiene en los niveles de ejercicios pasados dado que "el objetivo de este Gobierno es que las severas dificultades económicas por las que atraviesa el país no se ceben con las capas más vulnerables de la población, como es el caso de los menores", señaló el director general.

El Gobierno extremeño cuenta para los menores del ámbito de protección con 10 hogares tutelados y de alternativa familiar que tienen 62 plazas. Su objetivo es potenciar la "cohesión" de grupos de hermanos y atender a menores en situación de grave riesgo social, favoreciendo nuevos procesos de vinculación afectiva y social adaptativa, así como, en aquellos casos en que sea posible, la reintegración familiar y la edad media de los niños que residen en ellos es de 13 años.

A ellos se suman cinco hogares semiautónomos con 30 plazas, en los que se promueve la emancipación de jóvenes que han cumplido o se encuentran próximos a cumplir la mayoría de edad y no tienen la posibilidad de integración en su núcleo familiar. Completan esta red de otros cuatro hogares más, con 24 plazas, para los menores y jóvenes en los que es necesario favorecer la inserción sociolaboral y que se encuentran cumpliendo una medida judicial en medio abierto.