Las monterías que logren salir adelante esta temporada perderán bastante de lo que los aficionados consideran la ‘esencia’ de una jornada de caza: el momento del reencuentro en el desayuno previo y la amplia sobremesa que pone fin al día de caza en el que lo habitual es recordar ‘los lances’. Las medidas que incluyen los protocolos que están poniendo en marcha las distintas orgánicas suprimen esos momentos, con la idea de reducir el contacto entre los participantes y la posibilidad de contagios.

Entre los cambios de este año: el momento del sorteo. Lo habitual es que se produzca después de un desayuno conjunto al que asisten todos los aficionados que participan en la montería. Ese desayuno se ha suprimido este año en casi todas las monterías. «Se recomienda a todos loa aficionados que lleguen a punto de encuentro ya desayunados», reconoce Ramón Morales, empresario cinegético. De hecho, en muchos casos, incluso se ha sustituido el sorteo físico de los puestos por otro virtual la tarde anterior. Cada aficionado ya sabe el día antes el puesto que tiene asignado. «Nosotros no lo haremos así, pero sí se hará en un recinto abierto, con todas las medidas de seguridad como distancia y mascarilla», explica. Además se tomará la temperatura a todos los participantes y se les está requiriendo que si presentan síntomas días antes, no acudan.

Además, en muchas citas también se está sustituyendo la comida posterior por un ‘taco campero’, esto es, que a cada aficionado se le entrega antes de empezar la jornada el pack que incluye el contenido de la comida (pan, embutidos, filetes, fruta, agua) con el fin de que lo coman en el puesto.

«Lo preparamos en una bolsa de rafia, individualizado. Para los que mantengan la comida, dispondremos de termómetros y todo lo necesario para garantizar los criterios sanitarios», apunta Pilar Muñoz, del Catering Murillo, especializado en estos eventos. El objetivo es reducir los momentos de más socialización. Por eso también solo los que hayan abatido alguna pieza podrán pasar a las juntas de carnes. «La caza no es cazar, es el momento de las migas por la mañana y contar los lances después. Vamos a perder un poco de la esencia, pero este año tendrá que ser así», razona Morales.