Un total de 15.305 matanzas domiciliarias se practicaron durante la campaña 2004-2005 en Extremadura, donde fueron sacrificados 29.045 cerdos, lo que supone una disminución del 18,2% en el número de animales sacrificados con respecto a la campaña anterior. Si se retroceden diez años y se compara con la campaña 1995-1996 en la que se sacrificaron 63.086 cerdos, esta reducción supone un 54%, según informó ayer la Junta.

En su opinión de la Administración regional, este descenso puede estar relacionado con los cambios de hábitos en el consumo de cárnicos y la mayor facilidad para adquirir estos productos en los mercados.

Sin embargo, desde la Junta precisaron que, al ser consideradas un acto festivo que reúne en torno a la mesa a los amigos, familiares y conocidos hace que aún se contabilicen las matanzas de forma importante.

Además, el Ejecutivo regional sostiene que tanto la buena calidad de las carnes de los cerdos criados en régimen domiciliario, como la vigilancia oficial veterinaria para evitar cualquier problema sanitario a los consumidores son otros de los factores que dan continuidad a esta tradición.

Según informa Efe, durante la campaña 2004-2005 los servicios oficiales de veterinaria decomisaron parcialmente alrededor de 3.350 partes no comestibles de los cerdos inspeccionados, por presencia de infestaciones como los quistes hidatídicos o tuberculosis, frente a 18 animales que fueron decomisados de forma total, por enfermedad grave o infestación general.