La construcción de la mayor planta fotovoltaica de Europa acaba de concluir tras un año en obras y estará operativa en el primer trimestre del 2020. Se trata de la planta Núñez de Balboa, levantada por Iberdrola en los términos municipales de Usagre, Hinojosa del Valle y Bienvenida, en la provincia de Badajoz. Según informó ayer la compañía eléctrica en un comunicado, el proyecto acaba de obtener el permiso de puesta en marcha por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y se han iniciado las pruebas de energización por parte de Red Eléctrica de España (REE).

Con la finalización de Núñez de Balboa, que tiene una potencia instalada de 500 megavatios (MW) y una inversión cercana a los 300 millones de euros, Iberdrola avanza en su plan de relanzamiento de energía verde en España, que prevé la instalación de 3.000 MW hasta 2022 y con Extremadura en «el centro de su estrategia». La planta cuya construcción ha finalizado se extiende sobre una superficie de unas 1.000 hectáreas. Promovida con la colaboración de Ecoenergías del Guadiana, es un proyecto renovable «emblemático» que ha batido «récords» con la instalación de 1.430.000 paneles solares, 115 inversores y dos subestaciones, que han requerido la llegada a la obra de un total de 3.200 contenedores.

Además, ha supuesto la implicación de más de 1.200 trabajadores en periodos de puntas de trabajo, un 70% de ellos extremeños, y su construcción ha contribuido al desarrollo de la cadena de valor, con compras a una treintena de proveedores, muchos de ellos locales, por valor de 227 millones de euros, señala la nota de prensa. La planta generará energía limpia para abastecer las necesidades de 250.000 personas al año y evitará la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año.