En 1988 apareció por primera vez en la gran pantalla el sarcástico, insolente y malhablado policía de Nueva York John McClane, interpretado con irresistible carisma por Bruce Willis. Un tipo duro pero vulnerable, un patriota más bien cínico, un héroe a contrapié, obligado a enfrentarse sin comerlo ni beberlo a terroristas internacionales de la peor calaña. Doce años después de la tercera entrega de La jungla de cristal, el agente de las camisetas imperio mugrientas y ensangrentadas reaparece para una nueva misión: enfrentarse al malvado Thomas Gabriel (Timothy Olyphant), un hacker que pretende llevar a América al caos a través de las redes informáticas. McClane es hogaño un tipo agotado y desengañado de su vieja condición de héroe ciudadano, un "reloj de cuerda de un mundo digital", según el ciberterrorista Gabriel, pero sabrá encajar las palizas que le esperan, que son muchas, con aplomo y energía. McClane sí sabe envejecer con dignidad.

--¿Cómo han evolucionado McClane y usted en estos 19 años?--La primera vez que le interpreté no era más que un chaval de Nueva Jersey sin experiencia en el cine. Yo entonces estaba haciendo la teleserie Luz de luna. Lo que más me atraía era mi personaje, un cínico con un sentido del humor bastante ácido, con lo cual me identificaba bastante en aquella época. Ahora hemos tenido que adaptarnos a los nuevos tiempos tras el 11-S, y tratar de no herir la sensibilidad de nadie.

Luz de luna.

--En qué sentido?--McClane se carga a muchos malos en la película y ninguno de ellos es musulmán con una maleta cargada de explosivos. Tampoco hay escenas de torturas. Y McClane ha dejado de fumar y dice menos tacos. Aunque era un rasgo distintivo del personaje, me parece que en los tiempos que corren es dar mal ejemplo a los jóvenes que van a ir a verla.--¿Por qué una cuarta entrega? --No me quedé contento con el resultado de las dos últimas. Siempre me quedó el gusanillo de hacer una cuarta siguiendo el espíritu de la primera y creo que lo hemos conseguido con esta.

--¿Por qué una cuarta entrega?

--Entonces dijo que no era partidario de las continuaciones y que no pensaba hacer otra La jungla. ¿Qué le hizo cambiar de opinion?--En aquel tiempo las secuelas no existían, pero La jungla de cristal fue un ejemplo del perfecto thriller de acción. Era la historia del hombre ordinario que en circunstancias extraordinarias se convierte en un héroe, cosa que hasta entonces nunca se había visto en el cine de acción, porque siempre era el superhéroe dotado de cualidades extraordinarias. Por eso pensé que podíamos seguir haciendo algo interesante dentro de esa vena. Pero la historia de la segunda era muy floja, se mezcló política con ejercito y era todo muy vago. Sin embargo, hizo más dinero que la primera y por eso los productores decidieron seguir con una tercera.

La jungla de cristal thriller

--¿Ve una quinta parte?--Creo que la Fox ya está hablando de ello. Veremos el resultado de esta, pero si es bueno no me importaría hacer la quinta entrega. Todo dependerá del guión. Esa es la razón por la que hemos tardado tanto en hacer esta.

--¿Tiene mucho que agredecer a Hollywood?--Más que a Hollywood, a quien tengo que estarle agradecido por mi carrera es al público que viene a ver mis películas, aquí y en todas partes del mundo. Sin el público, seguiría sirviendo copas en un bar de Nueva York.

--Otros actores como su amigos Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger se quedaron estancados en el cine de acción. Usted, sin embargo, se aventuró en otros generos y en películas de todo pelaje.--Cuando se lleva más de 20 años haciendo cine, es inevitable que la gente te perciba de una forma u otra, a veces bien y otras mal, no es algo que pueda controlar. Vivo mi vida sin preocuparme lo que se opine de mí. Pero he tenido la fortuna de poder hacer todo tipo de películas, acción, comedia, drama,

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