Cuatro meses de negociaciones, una amenaza de huelga y finalmente un laudo arbitral que recoge la propuesta que defendían los sindicatos: el jornal del campo deberá elevarse a 46,34 euros. El documento que se dio a conocer ayer resuelve la disparidad de criterios que mantenían las organizaciones agrarias (Apag Extremadura Asaja, UPA-UCE, Asaja Cáceres y Coag) y las centrales sindicales (CCOO y UGT) y traspone al convenio colectivo del sector el real decreto que fijó desde el 1 de enero la subida del salario mínimo a 12.600 euros al año. Los sindicatos aplauden la decisión y las organizaciones agrarias la «acatan» aunque no la comparten.

En nueve páginas, los dos árbitros designados explican el procedimiento seguido para interpretar el real decreto y resuelven: «el valor mínimo de la hora de trabajo de un trabajador del campo para el año 2019, ya sea fijo o eventual, es de 7,13 euros». Y añade en base a esa cifra: «la retribución mínima a cobrar por los trabajadores eventuales, por una jornada diaria de trabajo de seis horas y media --la que recoge el convenio colectivo ahora--, será de 46, 34 euros por jornada, incluido el pago de las vacaciones». La decisión será de carácter vinculante y de obligado cumplimiento una vez que se publique en el DOE.

El cálculo de esta cantidad resulta, según explican a lo largo del documento, de dividir los 12.600 euros anuales que establece de salario mínimo el real decreto entre el número de horas que fija como máximo el convenio colectivo del campo, en total, 1.768 horas. El resultado es que la hora de trabajo en el campo vale como mínimo 7,13 euros (incluidas las vacaciones) y como consecuencia, las 6,5 horas de cada jornada de trabajo se traducen en 46,34 euros. Esa es la cantidad que deberán recibir los trabajadores eventuales y temporeros que trabajen para un mismo empresario menos de 120 días al año.

En laudo también se refiere a los trabajadores fijos y aclara que deben percibir los 12.600 euros anuales que fija el real decreto por un total de 1.768 horas, el máximo del convenio del campo ahora.

Los árbitros han recogido en el laudo todas las consideraciones que han venido defendiendo los sindicatos sobre el incremento en las tablas salariales (que se incluya la parte proporcional de las vacaciones, domingos, festivos y pagas extraordinarias en el cálculo del jornal) y aclara además que en el caso de que los trabajadores realicen jornadas de trabajo superiores a la establecida en el convenio, deberán compensarse estos excesos de jornada «por descansos complementarios» o ser retribuidas «como horas extraordinarias».

las reacciones/ Los sindicatos valoraron que el laudo recoja la postura que ellos defendían desde el inicio de la negociación. «El laudo da totalmente la razón a lo que venía reclamando el sindicato desde el primer momento sobre cuál debía ser la cuantía del salario mínimo», destacó el Secretario General de Industria de CCOO, Saturnino Lagar. Por su parte, el secretario general de UGT FICA, Miguel Talavera, se mostró «satisfecho por la decisión, aunque decepcionado por el hecho de que haya tenido que ser un tercero quien diera una solución que nosotros estábamos planteando».

Por parte de las organizaciones agrarias, que acatan aunque no comparten la decisión arbitral, lamentan que el incremento salarial perjudicará a sectores como el de los frutales y plantean que se flexibilicen en la negociación que queda por delante algunos aspectos como la jornada laboral. El dirigente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, lamentó que la subida que plantea el laudo «solo va a añadir dificultades a las producciones que en algunos casos se traducirán en cierres», y propuso que en lo que queda por negociar del convenio se puedan introducir reformas «en cuanto a la flexibilización de las jornadas».

Por su parte el responsable de UPA-UCE, Ignacio Huertas, apeló a la necesidad de buscar «un convenio positivo para todos» en las negociaciones que quedan y se refirió a la necesidad de avanzar en la «despenalización de las horas extraordinarias» y la «flexibilidad laboral», así como a buscar fórmulas para que las explotaciones más pequeñas «puedan cumplir con facilidad con el registro horario».

Ángel García Blanco, responsable de Asaja Cáceres, aseguró que el alza que impone el laudo «no lo compartimos porque creemos que va a suponer la puntilla para muchas explotaciones de frutales y de tabaco». A su juicio, el aumento salarial deberá compensarse en la negociación futura abordando cuestiones como «el aumento de jornada».

La negociación del convenio colectivo se retomará el 28 de mayo, según se recoge también en el laudo.