Ayer fue Mateo, hoy es Adrián e Irene pero «mañana puede ser tu hijo o tú mismo» quien necesite un trasplante de médula ósea. Con este mensaje y como en otras ocasiones se está llevando a cabo una campaña especial en la región para animar a la donación y ayudar así a pequeños como Adrián, un «valiente» de 8 años de Gargantilla (Cáceres), que está en busca de esa persona que pueda regalarle lo único que necesita: células madre sanguíneas.

Hace casi tres meses que su vida cambió. «Estábamos tan tranquilos hasta que el 1 de noviembre, por la tarde, le salieron unas manchas por todo el cuerpo, como si fueran pellizcos o pequeñas trombosis. Fuimos al centro de salud de Aldeanueva del Camino y de ahí al Hospital de Plasencia donde nos dijeron que Adrián tenía las plaquetas bajas», cuenta Manuel, el padre del pequeño.

Una semana después, el 7 de noviembre, tras varias pruebas más y una biopsia, el diagnóstico fue concluyente: aplasia medular grave. Esta enfermedad supone la desaparición de las células madre encargadas de la producción de todas las células de la sangre. Como consecuencia, las personas que como Adrián sufren esta dolencia, tienen un déficit de hematíes (los glóbulos rojos encargados de transportar oxígeno a los tejidos), de leucocitos (los glóbulos blancos encargados de la defensa contra las infecciones) y de plaquetas (las encargadas de evitar las hemorragias).

El pequeño está en tratamiento pero los ciclos no están siendo suficientes y la curación definitiva pasa por un trasplante de médula ósea. La dificultad, como en la gran mayoría de los casos, está en encontrar un donante compatible, esa persona con la que Adrián comparta carga genética y sea capaz de devolverle la normalidad a sus células sanguíneas y también a su niñez. Solo entre el 25% y el 30% de los casos ese donante compatible se encuentra en la propia familia y no es el caso de este niño de Gargantilla. Por eso se ha activado para él la búsqueda de donante en el registro nacional, en el que cuantas más personas estén inscritas, más probabilidades habrá de ayudar a Adrián y también a otros niños y adultos en circunstancias similares.

Para ello, la Asociación para la Donación de Médula Ósea de Extremadura (ADMO), la oenegé de referencia para la captación de donantes en la comunidad desde hace más de 20 años que se encarga de la promoción y divulgación de la donación de células madre sanguíneas, va a realizar varias actividades informativas en la comarca donde reside. Porque poner nombre y cara a la enfermedad despierta aún más la solidaridad. «La gente quiere ayudar sobre todo cuando conoce un caso de cerca», explica Alicia Carrasco, técnica de ADMO.

Y lo que muchos quizás no saben es que queriendo ayudar a Adrián, lo hacen también a muchas otras personas en una situación parecida. «El registro de donantes es anónimo, solidario, voluntario y altruista; no es personalizado, pero evidentemente al conocer un caso concreto la gente quiere contribuir y entrar a formar parte del registro nacional», señala Alicia. Y es lo que está pasando: «estamos recibiendo muchas peticiones de información, afortunadamente la población es muy solidaria». El padre de Adrián también nota el apoyo: «la gente se está volcando, es abrumador».

El próximo jueves, 1 de febrero, la asociación ofrecerá tres charlas en Hervás (por la mañana, a las 12.30 horas, en el IES Valle de Ambroz, y a las 19.30 horas, en la casa de la cultura) y en Gargantilla (a las 17.00 horas en la casa de la cultura). La labor de ADMO es ofrecer información completa, rigurosa y veraz sobre la importancia de ser donante y sobre cómo es el proceso y además gestiona las citas para realizar la muestra de sangre requerida, facilitando así los pasos. «El objetivo principal es que ese registro nacional se alimente y todos los casos que se diagnostican encuentren a su donante».

Desde ADMO recuerdan que sobre esta donación continúan existiendo muchos mitos: «La gente sigue teniendo una información errónea y el mensaje es claro: con esta donación se puede salvar una vida sin poner en peligro la propia porque no hay riesgos, se va a donar algo que se regenera, en este caso células madre sanguíneas que genera la médula ósea, que no es la médula espinal y el proceso ya es bastante sencillo», explica Alicia.

Por fortuna, la solidaridad va en aumento, la región alcanzó en 2017 su cifra récord de donantes, pero sigue siendo vital seguir sumando. «En el 80% de los casos, el paciente que requiere médula ósea encuentra un donante compatible». Y esa es la esperanza de Adrián y su familia: «hoy puede ser para mi hijo, pero mañana puede ser para ti, para mí, para tu hijo,..», concluye Manuel.