En el año 1987, cuando aún cursaba segundo curso de Derecho en Cáceres, su ciudad natal y de residencia, Teresa Bravo comienza su andadura política como concejala en el ayuntamiento cacereño. Fueron en esos años de universidad cuando, la actual diputada popular de la Asamblea de extremadura, se involucró más en la política a nivel local en la que experimentó tanto la oposición como el gobierno.

Una vida muy ligada a la política y, en concreto, a la vida pública del municipio. "Mi pasión es el municipalismo", reconoce Bravo ya que ha estado muchos años de concejala "gestionando la vida ciudadana de Cáceres".

Para ella el trabajo que le ocupa ahora en la Asamblea es totalmente distinto. "Ni mejor ni peor", asegura. Encantada de su labor al frente de las comisiones de Fomento, en esta séptima legislatura su labor está más dirigida a urbanismo y vivienda.

En su larga trayectoria en el PP Teresa Bravo recuerda que ha conocido a muchos presidentes regionales con los que ha tenido muy estrecha relación. "Hemos tenido muy buenos profesionales gracias a los cuales el PP ha llegado a ser un partido de referente en la región".

De hecho fue el anterior dirigente popular, Carlos Floriano, quien la animó a presentarse a las listas como diputada.

En el plano personal, esta extrovertida parlamentaria defiende sus ideas con gran vehemencia en sus apariciones en la Cámara. "En este mundo uno no se puede quedar parado y pasar desapercibido. Es verdad que gesticulo mucho y soy muy expresiva, pero a veces pienso que no tengo por qué callarme, esa es Teresa Bravo", reconoce y se rie.

Con un carácter muy dicharachero entre los diputados extremeños, la popular como el resto de sus compañeros disfruta de poco tiempo libre, si bien el que le queda lo dedica a pasarlo con los amigos en el campo. "El relax, la tertulia con las amistades, el campo y hacer guisos... es mi mejor distracción", explica. Además es una gran lectora y le gustan las manualidades.