"Mirandilla es un pueblo perfecto para vivir". Como buen alcalde, José María Carrasco no duda de las bondades de su municipio, cuyo nombre se hizo famoso en España el pasado 16 de marzo, muy a pesar de sus habitantes. En esa triste jornada, "más de 10 años" de "amenazas continuas y en muchos casos agresiones" acabaron con la paciencia de un grupo de vecinos que acudieron armados con palos a la casa de la familia Molina, dos de cuyos miembros previamente habían disparado contra un grupo de gente, hiriendo a tres personas.

Afortunadamente, la tranquilidad ha regresado al fin a Mirandilla, si bien el alcalde reconoce que existe cierta "expectación ante las posibles noticias relacionadas con el caso". Así se lo reveló ayer a los lectores de EL PERIODICO, con los que mantuvo un encuentro digital; iniciativa que, reconoció después, le "atraía más" que intervenir en los medios al modo tradicional, aunque destacó que su esperanza es no tener que seguir hablando sobre este tema.

Y es que aunque Carrasco no es excesivamente crítico con la cobertura mediática que se dio al suceso, sí que discrepa sobre la imagen que aportan de la región, sobre todo regionales. No obstante, aparte de señalar que "la televisión es fundamentalmente imagen, y hay algunas que pueden haber creado una opinión errónea de lo sucedido"--, está convencido de que dicho tratamiento "ha ido mejorando" y"hemos sabido explicar correctamente lo sucedido".

¿Pero qué fue exactamente? ¿Cómo se pudo llegar a esta situación límite? Estas fueron algunas de las cuestiones planteadas por los internautas, que el edil contestó explicando que desde que los Molina llegaron al pueblo, en el 97, "los problemas se han ido acumulando". Entre otras cosas porque, añadió, "al principio algunos eran niños y creaban problemas de niños, al final eran hombres y creaban problemas más serios".

Así, tras años de incidentes, hace un mes los vecinos convocaron una manifestación "por la convivencia y contra los violentos", de la que, aclaró, no se arrepiente porque "se realizó sin ningún problema y sin ningún altercado, sin gritos...", o sea fue "una manifestación ejemplar", pero cuyo llamamiento "por desgracia fue desoído".

Tanto en ese como en otros puntos complicados de la conversación --llegaron a preguntarle si pensaba dimitir--, Carrasco siempre defendió tanto a los vecinos del pueblo como su propia gestión. Ahora, aseguró: estoy más animado que nunca". "Es cuando debo dar la cara más que nunca. Al 100% de la gente no le gustará cómo hemos afrontado el asunto, pero sigo pensando que he hecho todo lo posible y lo que estaba en mi mano", sentenció.

La madre, en televisión

Por su parte y casi al mismo tiempo que se realizaba este encuentro digital, Presentación Barrena --esposa, madre y suegra, respectivamente, de los tres encarcelados por el caso de Mirandilla-- declaró ayer a Antena 3 TV que el día de los disparos actuaron en defensa propia, dado que un numeroso grupo de vecinos del pueblo se dirigía a su casa de forma violenta. "Mama, ven que me matan" fueron las palabras que, según explicó ayer , le dijo su hijo Rufino. Presentación Barrena no reconoció las acusaciones de los vecinos del pueblo, en el sentido de que los Molina tenían atemorizada a la población.