Aunque es "extremadamente difícil" conciliar la faceta de madre con la labor de diputada, para la socialista María Isabel Moreno, gran amante de la danza, la lectura y el cine, ha merecido la pena hacerlo.

--¿Por qué decidió dedicarse a la política?

--Mi vida ha estado muy vinculada a la política porque desde siempre mi familia se dedica a ella. Ya mi abuelo fue alcalde durante la II República y desde pequeña, recuerdo que es algo de lo que siempre se ha hablado en mi casa.

--¿Cómo se trabaja en el Parlamento regional?

--La gestión ocupa gran parte de tu tiempo, pero te da la opción de conocer y tener más experiencia sobre áreas muy diversas, en mi caso por ejemplo, Juventud y Deporte. Pero no tiene nada que ver con el trabajo en la dirección de Administración Local de la Junta, que es mucho más municipalista, un concepto que yo defiendo plenamente.

--Concrete un poco más...

--Creo en el modo de desarrollo rural por el que se apostó en Extremadura, basado en los municipios. Quizás otro hubiera sido más fácil al no necesitar ni tantos servicios ni tantas infraestructuras, pero apostar por el modelo rural es mucho más gratificante: los pequeños municipios avanzan junto a las grandes ciudades.

--¿Una primera legislatura demasiado convulsa?

--Bueno, convulsa en el sentido de que la oposición nos exige que cumplamos una serie de compromisos electorales que no pueden llevarse a efecto por la actual situación.

--¿Repetiría la experiencia?

--Sí, porque me parece absolutamente enriquecedora. Pero eso solo puede decidirlo mi partido.

--¿Qué ha aprendido aquí?

--Que hay verdaderos maestros en el Parlamento. Observo permanentemente a mis compañeros, porque ellos son mis referentes para aprender el manejo de la oratoria, de las pausas y de los tiempos. Procuro aprender cada día de su cultura política, que es fundamental para llegar a la ciudadanía.