"Hemos salido monaguillos, bueno, monaguillistas todos". Si en vez de en Los desayunos de CORDOBA , José Antonio Monago (Quintana de la Serena, Badajoz, 1966) hubiera toreado en el Coso de los Califas hubiera salido a hombros. No es exagerado, creo, a juzgar por los comentarios laudatorios de la mayoría al final del encuentro, auspiciado por este periódico y patrocinado por la Universidad Loyola y Cajasur con la colaboración de las firmas Mecanoex, Asistencias Los Angeles, Horizontal, Magtel, ACS, Grupo Prasa, Carrefour y el Parque Joyero. Y ahora viene lo más heavy : Monago gustó por llamar al pan pan. Ni más, ni menos. Hay que ver lo que gana un político cuando aparca las frases hechas. También cuenta, por supuesto, el abrumador e insólito curriculum de este singular dirigente que antes fue bombero y que ya siendo político (fue concejal del Ayuntamiento de Badajoz por primera vez en el año 91) estudió Magisterio, Criminología y un Doctorado en Derecho. Además de ser padre de dos criaturas y jugar al balonmano.

Quizá lo más atractivo de su discurso sea la capacidad de "aparcar las siglas de su partido", como reconocía ayer la secretaria provincial de la UGT, Isabel Araque. "Hay decisiones de izquierdas muy necesarias y decisiones de derecha muy acertadas", reconoció sin ambages, al tiempo que defendió el estado de bienestar y las políticas sociales. Por frases como ésta algunos consideran que el presidente extremeño es un verso suelto dentro del Partido Popular. "No tanto", se excusó él en la última cumbre que celebraron el fin de semana pasado los populares en Córdoba. El tiempo lo dirá, claro. Pero ya saben, de momento, bajó los impuestos cuando Rajoy los subió, respondió a Wert con becas cuando quiso cargarse las erasmus.... Y ayer, sin ir más lejos, respondió a su homólogo valenciano y compañero de filas, Alberto Fabra, rechazando por insolidario su modelo de financiación. "Algunos por las mañanas no piensan bien", bromeó el pacense. Vamos, que escuchándolo, más de uno se acordaría de la famosa frase de Pío Cabanillas, que decía aquello de "cuerpo a tierra, que viene uno de los nuestros".

Pero también le dio al PSOE. En concreto acusó al exministro José Blanco de haberle "engañado como a un chino" y tiró de ironía para describir la única ruta ferroviaria que sigue uniendo, --por culpa de los socialistas, insistió--, Badajoz con Madrid: "Seis hora de recorrido, muy bonito para hacer turismo rural o hacerte una litotricia".

Entre --a qué negarlo-- la abrumadora asistencia de políticos populares al hotel Córdoba Palacio destacó un único hombre del PSOE, el alcalde de Puente Genil, Esteban Morales, que se sentó, no sé si por puro instinto de supervivencia, con los representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Que yo viera no fue ningún político de IU, a pesar de que es la fuerza con la que Monago gobierna en Extremadura. Eso sí, pese a la ausencia de oposición, se registró un lleno absoluto de representantes de todos los ámbitos.

El presidente extremeño no esquivó ninguna de las preguntas hechas por los invitados y entró al trapo de la cuestión catalana --"el problema catalán distorsiona mucho el camino de la recuperación", dijo--; las relaciones de Extremadura y Andalucía --reivindicó una unión fuerte del sur y habló de su encuentro con la presidenta andaluza, Susana Díaz--; e incluso del debate sucesorio en el PP andaluz, aunque matizó que en las cosas orgánicas no le gusta meterse. Nieto -- volvió a bromear Monago-- puede presentarse porque es "mayor de edad y está afiliado".

Por último, otro de los motivos por los que, según creo, el dirigente popular gustó fue por su reivindicación del sur. "No es que en el sur seamos más torpes", es que simplemente no "se nos han dado oportunidades". "¿Ustedes creen que en el sur somos tan torpes todos? ¿De Madrid para abajo? Las mayores tasas de desempleo se dan en Andalucía, Canarias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia. Las mayores tasas de empleo, en el norte. ¿Es que son más listos o es que hemos construido un país en el que se primaba el norte sobre el sur porque estaba en las puertas de Europa y ha tenido mayores oportunidades empresariales? No es que seamos más torpes, es que hemos tenido más frenos que nadie en el sur y no reconocerlo me parece una injusticia tremenda", zanjó.