Los cazadores estuvieron ayer pendientes de Azuaga, la conocida montería que se celebra cada año en una finca del municipio pacense prometía calidad y cantidad y cumplió. Los aficionados a la caza que se desplazaron hasta la finca La Sierra de Azuaga batieron todos los récords previstos por la organización. Cazadores procedentes de toda España y Portugal convirtieron al municipio pacense en la capital nacional de la caza mayor, en una jornada en la que se cobraron 91 venados y 24 cochinos --entre ellos un posible plata y un bronce-- superando así las cifras de la pasada edición.

La montería de Azuaga, que cada año cuenta con un mayor renombre y aceptación entre los aficionados a la caza mayor, contó ayer con 150 puestos distribuidos sobre una superficie de caza de 2.684 hectáreas, de los que 50 puestos estuvieron ocupados por monteros locales.

La organización, como en ediciones anteriores, corrió a cargo del ayuntamiento pacense que contó con la colaboración de un centenar de personas que también hicieron posible que se soltaran 50 recovas.

Los puestos se sortearon en la noche del viernes en el restaurante Las Conchas, en donde se repasaron las normas de la montería. A pesar de ello, la Guardia Civil realizó 12 denuncias por doblar puestos, por carecer de licencia y por llevar cargadores ilegales.

CAZA Y TRADICION

La jornada comenzó a las 7.30 de la mañana, con un desayuno con café, migas y churros en el Aula de la Naturaleza del Parque Caganchas. Media hora más tarde se distribuyeron las armadas por sus respectivos puestos.

La montería se prolongó hasta las tres de la tarde, cuando la organización ofreció a todos los participantes un almuerzo con un típico cocido en la sierra, en el cortijo Los Miradorcillos.

Tras ello, comenzó la recogida de las piezas cobradas, uno de los momentos tradicionales de la montería y que cada año congrega a numerosas personas para presenciar el recuento y la categoría de las piezas.