La mortalidad en las principales ciudades extremeñas aumentó un 45 por ciento en la primera quincena de agosto, durante la ola de calor, según datos estadísticos recabados en los ayuntamientos y dados a conocer hoy por el director de Asistencia Sanitaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), Dámaso Villa. En conferencia de prensa, Villa explicó que en la Comunidad Autónoma sólo se han podido confirmar un total de siete fallecimientos que pueden ser directamente atribuidos a las elevadas temperaturas, debidos a síntomas típicos del golpe de calor. Al margen de estas muertes, atribuibles directamente a las altas temperaturas, en las principales ciudades de Extremadura, es decir en Cáceres, Plasencia, Almendralejo, Badajoz, Don Benito, Mérida y Villanueva de la Serena, han muerto en estos quince días un total de 148 personas frente a las 102 que fallecieron en el mismo periodo del año anterior, según los datos estadísticos aportados por los ayuntamientos. Este incremento en la mortalidad, a juicio de Dámaso Villa, se puede atribuir al calor, ya que está comprobado que las temperaturas extremas afectan especialmente a los ancianos y a los pacientes con procesos severos, como los enfermos terminales de cáncer. Villa indicó, no obstante, que el aumento de la mortalidad en Extremadura durante la primera quincena de agosto ha sido mucho menor que en otros sitios, como Jaén, donde se incrementó un 86,9 por ciento; Sevilla, con un 74,6 por ciento; o Barcelona, con un aumento de las muertes en un 56,4 por ciento.