Asturias, Aragón, Galicia, Castilla y León y Extremadura fueron las comunidades autónomas con tasas más altas de mortalidad en el año 2003 (más de mil fallecidos por cada 100.000 habitantes), en tanto que en Canarias, con 669, fue la que presentó la más baja. Según los datos de la estadística de defunciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), dados a conocer ayer, la tasa media de mortalidad en el 2003 fue de 916,16 fallecimientos por cada cien mil habitantes.

En ese año se produjeron en España 384.828 defunciones, 16.210 más que el año pasado, lo que supone un 2,7% más que en el 2002. Precisa que la mortalidad está directamente relacionada con el envejecimiento de la población y así lo reflejan los datos por comunidades. Extremadura registró 1.055 muertes por cada 100.000 habitantes.

La estadística recoge las 16 causas más comunes de defunción. En el caso de Extremadura, los índices más elevados están en las enfermedades isquémicas del corazón (117 muertes frente a 96 de media nacional) y cerebrovasculares (112 fallecimientos frente a 88 en España). Asturias tuvo el mayor número de fallecidos por cada 100.000 habitantes en cuatro casos: enfermedades isquémicas del corazón, cáncer de bronquios, enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores y demencia.

Galicia tuvo las tasas más altas de defunciones por enfermedades cerebrovasculares e insuficiencias cardíacas, mientras que La Rioja presentó la tasa más alta de muertes por accidentes de tráfico y Canarias la más baja. Canarias tuvo las tasas más reducidas en ocho de esas principales causas de muerte.