La Universidad de Extremadura (Uex) y el Instituto Tecnológico Agroalimentario (Intaex) ultiman la aplicación de la nariz electrónica en el vino y el aceite. Según informa la agencia Efe, se trata de una herramienta que determina la calidad de la materia prima, su maduración y evolución, así como de la monitorización de la fermentación, procedencia y detección de anomalías.El equipo de aceite y vino de ambas instituciones trabaja en la caracterización de los aceites de oliva producidos en la comarca de Tierra de Barros y que concluirá a finales de este año. Todos los proyectos tienen una misma línea de investigación: estudiar los aceites de oliva producidos en comarcas determinadas, sus variedades de aceituna y su sistema de manejo y de elaboración propio. El grupo también aborda la caracterización de las siete variedades de aceituna más importantes en Extremadura: cacereña, morisca, verdial, carrasqueña, corniche, cornezuelo y picual. Además ofrecen un servicio de asistencia técnica a industrias oleicas y a las dos denominaciones de origen de aceites extremeños, Monterrubio y Gata-Hurdes y estudian nuevos productos a instancias de las empresas. La uva es otra de las materias primas con las que trabaja este grupo de investigación. En este sentido, determinan la calidad de la uva en función de la madurez fenólica y de la piel, donde se encuentran los compuestos responsables del color del vino tinto. El grupo está coordinado por Concepción de Miguel Gordillo y lleva desde 1995 investigando aceites y vinos y tiene como fin revalorizar el patrimonio oleico y enológico de la región.