Militante del PP desde los 21 años, lleva desde los 24 en el Ayuntamiento de Plasencia, ocho años al frente del gobierno y ahora suma su tercera mayoría absoluta como alcalde. Pero además, Fernando Pizarro ha sido diputado provincial, presidente de la FEMPEX y, en el 2015, portavoz regional del PP, cargo que vuelve a ostentar. A sus 44 años, suena como el relevo más solvente de José Antonio Monago para presidir el PP de Extremadura y optar a la Junta.

-Hace cuatro años, fue el portavoz regional del PP y ahora repite. Los tiempos han cambiado para su partido, ¿y para usted?

-Si se refiere a por qué acepto ahora el cargo de nuevo, lo acepté en su momento con la incertidumbre de que no estaba en la asamblea y eso podía ser un obstáculo, pero me permitió conocer los temas que tienen que ver con la región y afectan a Plasencia. Lo asumí con obediencia y ahora también. Evidentemente, las cosas en el partido han cambiado y el presidente hace un mes me planteó que volviera a Mérida, no solo como portavoz sino como parte del comité de dirección junto con otros alcaldes.

-Ahora es la voz de un partido que tiene enfrente un gobierno con mayoría absoluta. Por su experiencia, al contrario, en Plasencia, ¿hay algo que el PP pueda hacer en la asamblea?

-Yo soy de los que piensan que la oposición siempre tiene que ser constructiva y aportamos cuatro años de experiencia en la región y en alcaldías, cosa que otros partidos no pueden hacer. Por esa misma experiencia, es más factible que podamos dar luz a cuestiones que nos parece que no son buenas para los extremeños. Es verdad que el PP fue muy responsable y se abstuvo en los presupuestos cuando el PSOE no tenía mayoría absoluta y aspiro a que el gobierno de Fernández Vara permita esa colaboración de la oposición.

-Tras los resultados de las últimas elecciones autonómicas, ¿cree que José Antonio Monago volvería a ser un buen candidato para el PP regional?

-Monago ha sido el mejor candidato del PP durante estos últimos años. Su nivel de conocimiento de Extremadura y su experiencia también como presidente de la Junta durante cuatro años le avalan como un extraordinario candidato.

-Usted se va a Mérida y él al Senado, a Madrid. No me diga que es pura coincidencia

-Es una coincidencia, sobre todo por la reestructuración del partido, sin ninguna otra particularidad. En mi caso, asumo unas responsabilidades que ya tuve y, en el caso del presidente, también, porque estuvo en el Senado con anterioridad. Pero en este momento, a la hora de nombrar a alguien para el Senado, ¿quién mejor puede defender los intereses del PP de Extremadura en Madrid? Quien más conocimiento tiene de Extremadura y ese es el caso del presidente.

-Aunque usted haya dicho que ahora no es el momento de pensar en una candidatura regional, no negará que puede ser una opción, habiendo dicho además que será la última en Plasencia

-No tiene que ver. Cuando dije que iba a ser mi última legislatura, no lo relacioné con nada del futuro. Los que tenemos la vida resuelta somos muy libres de poder establecer ese criterio con años de antelación. Mi situación laboral resuelta me permite afirmar que 24 años en el ayuntamiento de Plasencia tienen que tener un punto y final. La tarea de un político es interina y uno tiene que dejar paso a otra gente e inquietudes. A día de hoy, nosotros no estamos en el partido a nivel nacional, regional o local en una clave de congresos. El foco está puesto en la nueva posible investidura en septiembre y la posibilidad de unas nuevas elecciones y eso es prioridad.

-Pero ha dicho que es una persona obediente. Si el presidente nacional le llamara y le pidiera que diera el paso de postularse, ¿lo haría?

-Te lo puede pedir cualquiera, pero nuestros estatutos establecen que tienen que votar todos los afiliados. Nos dimos unas garantías democráticas internas en el último congreso que nada tienen que ver con el pasado. Ahora votan los afiliados y esa llamada tendrían que hacerla los afiliados. Si me llamara Pablo Casado, no sé lo que haría, la verdad. En Plasencia, me lo viene pidiendo mucha gente desde hace tiempo, pero Plasencia en estos momentos sigue siendo mi prioridad.

-Pero es significativo que Plasencia fue la única ciudad a la que acudió Casado en la última campaña electoral. ¿Puede ser también un presagio?

-(Risas) No, también son casualidades. Fue un acto público decidido casi en el último momento en virtud de la agenda del presidente. Para mí fue todo un privilegio esa casualidad.

-A la hora de elegir al futuro candidato regional del PP, ¿el hecho de ser de la provincia de Cáceres puede ser un hándicap?

-Creo que no porque los cacereños hemos votado a nuestros candidatos de la provincia de Badajoz y tuvimos un candidato de Cáceres como Carlos Floriano. En Extremadura ya no tenemos esa conciencia provincialista.

-En el caso de Plasencia, ¿no cree que será difícil sustituir a alguien que ha logrado tres mayorías absolutas consecutivas?

-La suerte que tenemos es que hay mucha cantera y mucha gente con ilusión que ha aprendido durante estos 12 años lo dura que es esta batalla permanente. Los afiliados, que serán los que decidan, tendrán la posibilidad de elegir entre muchas personas muy válidas.

-Cree entonces que habrá relevo en Plasencia.

-Sí, además tiene que haberlo no solo en la candidatura a la alcalcía, sino también en la presidencia local del partido porque el partido no cree en las bicefalias y yo también soy partidario de que ambas cosas recaigan sobre la misma persona. Hay unidad y se la tenemos que agradecer a Monago, que regionalizó el partido en el 2008, cuando llegó. Había mucha guerra provincial y lo eliminó. Ese liderazgo lo mantuvo incluso cuando se perdió el poder en el 2015. De no haber habido unidad, el partido se habría desmembrado y también ahora en el 2019. Por eso no se ha ido. Ha sido responsable y el partido se lo agradece mucho.

-Tres palabras para definir a Monago y Casado.

-Monago es liderazgo, responsabilidad y experiencia y es un hombre muy centrado. Casado se ha erigido como hombre moderado, responsable y que ha trasladado mucha ilusión. Es un hombre de Estado, cercano y conocedor del partido. Será un gran presidente de los españoles porque tendrá la posibilidad de serlo.

-¿Cree que unas elecciones en el mes de noviembre beneficiarían a su partido?

-Creo que unas elecciones en noviembre no beneficiarían a España y creo que el presidente Casado es consciente de eso. Ahora bien, quién es el culpable de haber llegado a esta situación. Solo hay uno, Pedro Sánchez.