Hace cuatro años que diagnosticaron a Teresa Vizuete un cáncer de estómago que después resultó tener su origen en la mama. Fue intervenida y le quitaron el estómago, después llegó el tratamiento para el pecho, la quimioterapia para la afectación de hígado y la operación para extirpar los ovarios, donde también había aparecido tejido cancerígeno. Ahora está controlada la enfermedad con terapia hormonal y revisiones con el oncólogo cada tres meses.

«No tengo fecha de alta a la vista, pero tengo calidad de vida gracias a todos los avances que se han ido produciendo con el cáncer», reconoce. «Vivo con la sensación de que he ido superando un montón de obstáculos y creo que es un logro de la medicina que esta enfermedad, que ya es habitual, tenga cada vez a más personas que salimos adelante», asegura.