El candidato socialista a la Alcaldía de Badajoz, secretario local del PSOE y vicepresidente de la diputación, Eduardo de Orduña, concurre a las municipales por segunda vez y con el pálpito de que "toca socialista en Badajoz". Casado, con tres hijos, funcionario de la Confederación del Guadiana, fue director general de Obras Públicas, Urbanismo y Vivienda (1992-95) y presidente de la diputación (1995-99). Llegó al PSOE desde el PSP, de Madrid, donde nació hace 51 años.

¿Con qué ánimo y expectativas se presenta?

--Con muchísima ilusión, confianza y motivación, de forma distinta al 99; sabíamos que el electorado no había descontado aún el castigo del 95. Ahora, la proximidad de los vecinos es absolutamente distinta. Lo afrontamos con alegría. Nosotros haremos la ciudad que el PP sólo se ha dedicado a imaginar en estos años.

¿Concrete los compromisos de inicio de campaña?

--Salí más convencido que nunca de que a Badajoz le espera un momento de esplendor. Ibarra adquirió compromisos serios y yo presenté un programa para el presente que garantice el futuro.

¿Con cuál de esos compromisos se queda?

--Con la apuesta por Badajoz como motor económico de la región, que sea el foco de todo proyecto de creación de riqueza, y otros concretos como desdoblamiento de carretera de Cáceres hasta el cruce de Valencia de Alcántara, el río, la aldea cultural en Sancha Brava, el Casco Antiguo sin dilación.

¿Qué haría en el Casco?

--Rehabilitación y revitalización. No se puede hacer una fortísima inversión si no hay población y para eso tiene que ser un barrio con las mismas condiciones de calidad y confort que el resto de la ciudad. Vamos a conservar todo lo que sea de valor y situar servicios y viviendas.

¿Qué sobresale en el programa que presenta?

--Pone en valor la ciudad como Badajoz-capital. No se entendería Extremadura sin Badajoz, bien como lugar de radicación o porque faculta para que empresas que lleguen a Extremadura cuenten con Badajoz, su potencial, importancia y habitantes.

Pero ¿y la descentralización? ¿Cómo? ¿Qué más hay?

--La participación ciudadana y la proximidad, facilitar la relación del vecino con la Administración con las casas del ciudadano en cada distrito, con servicios municipales, policía de barrio, despacho del concejal, asistentes sociales, asociaciones, actividades culturales y la presencia periódica del alcalde. También queremos una ciudad saludable, incorporar la Agenda 21 para aspectos energéticos, medioambientales, de ocio, etc.

Un punto destacado del gobierno local es el urbanismo, ¿Cuál es su propuesta?

--Badajoz es una ciudad prorrogada, con su plan general urbano prorrogado, su presupuesto y hasta su alcalde. Se sigue viviendo de las rentas del plan del 89. No es verdad que se necesite tanto suelo como dice el PP, porque parte de una premisa falsa sobre crecimiento de población para beneficiar los intereses de ciertas personas. Aprobaremos el plan con urgencia, aprovecharemos todo lo bueno que tiene, corregiremos lo que esté condicionado por esos intereses y atenderá a la cohesión social y las necesidades de la ciudad. Luego fijaremos las comunicaciones, como la Ronda Sur, el quinto puente, estaciones de transporte, del AVE, el río, etc.

¿Cómo fue la oposición?

--Ingrata, sin ninguna consideración del grupo de gobierno. Nosotros haremos todo lo contrario. Así y todo hemos estado atentos a todos sus desmanes, pero aún no sabemos la cuantía de la deuda.

¿Y el gobierno?

--En los primeros cuatro años fue más cauto, pero con la mayoría absoluta el objetivo fue consolidar las bases de la primera: favorecer los intereses de personas afines. Al alcalde ya no le gusta la ciudad.

¿Y el trato personal?

--Vejatorio. El alcalde, cuando dice que quiere mucho a alguien, luego le corta un traje a la medida, le gusta humillar a la gente.