"Los productos ecológicos deberían ser los habituales, los que no necesitaran certificación y no al revés", señala Fernando Bernaldo de Quirós. Hace más de una década que dejó su profesión de economista en Madrid para refugiarse en un oficio que vino a buscar a Extremadura, una tierra que había visitado en múltiples ocasiones. "Pensaba en algo relacionado con la albañilería pero me encontré con la panadería y me encantó".

En mayo del 2007 puso en marcha el primer obrador de Extremadura con certificación y desde 2013 tiene también una tienda: La Tahona del Ambroz, en Plasencia. "Pero somos panaderos antes que ecológicos". Con esta frase, explica que se trata de una panadería artesana que recupera piezas clásicas a la vez que innova nuevas creaciones y todo utilizando productos únicamente ecológicos y más tiempo en sus procesos. "Para hacer nuestras masas madres no usamos mejorantes ni levaduras, sólo agua, harina sin condicionantes, sal (sin refinar) y mucho oficio". La masa madre tiene un proceso de fermentación larga --hasta 24 horas-- y la cocción se realiza en horno de leña.

En la Ecotahona también hacen repostería: bizcochos, magdalenas, perrunillas,... "todo con ingredientes ecológicos pero cuesta mucho encontrar ciertos productos, hay cosas que no se pueden hacer". Para sus elaboraciones intentan utilizar productos de cercanía siempre que sea posible. "Huevos aquí sí hay pero la harina tenemos que traerla de Zamora o Cataluña". Antes de abrir su propia tienda, la mayor parte de la producción la vendían fuera incluso por internet para poder sobrevivir, pero desde 2013 su mercado está principalmente en Plasencia. "Cuando pruebas nuestro pan te gusta, rebasamos ya la clientela que viene sólo porque el producto sea ecológico".