La política forestal extremeña caminará hacia un paisaje de "mosaico", en el que tendrán cabida los cultivos frutales, el desarrollo de la actividad cabrera y ganadera, y la reducción de la densidad arbórea por hectárea en aquellas zonas de especial peligrosidad por incendios. La consejera de Medio Ambiente, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García, presentó ayer el convenio de colaboración que la Junta ha suscrito con la Universidad de Extremadura (Uex) para el diseño de la nueva política forestal que marcará el futuro de la comunidad autónoma en materia de prevención de incendios forestales.

La participación de la ciudadanía en la misma a través del aprovechamiento de los terrenos forestales permitirá no sólo dinamizar los municipios y luchar contra el despoblamiento sino también evitar incendios forestales. "Hoy es un día muy importante para la Junta y para las zonas rurales que están en zona de alto riesgo de incendios", dijo ayer la consejera. El convenio, con un presupuesto de 409.000 euros para los próximos 24 meses, permitirá diseñar un nuevo modelo de política forestal a través de un trabajo conjunto entre la Junta y la UEx, bajo la dirección del investigador y profesor Fernando Pulido.

"Solo desde la participación se pueden lograr objetivos", aseguró Pulido, quien criticó aquellas políticas forestales que se hacen "desde arriba" sin contar con la población que reside y vive en zonas forestales. Se trata de poner en valor los montes de utilidad pública de las comarcas de Sierra de Gata y Hurdes con la intención de evitar el despoblamiento de estas zonas, ya que se entiende que "la sostenibilidad" de estas zonas forestales generará riqueza y empleo lo que contribuirá a fijar la población.

MUNICIPIOS

Este convenio, según García, constituye el desarrollo de una política orientada a la conservación y gestión de los recursos naturales de la comunidad autónoma con el objetivo puesto en la búsqueda de mayores beneficios para las generaciones actuales, sin reducir las potencialidades y aspiraciones de las futuras. El conjunto de actividades agro-silvo-pastorales, que formarán parte del diseño de la estrategia, objeto del convenio, tendrá como destinatarios directos los municipios y poblaciones de las comarcas de Sierra de Gata y Hurdes.

La consejera reconoció que el incendio acaecido el 6 y 7 de agosto del 2015 en la comarca de Sierra de Gata supuso un punto de inflexión y reflexión para los gestores públicos, "siendo conscientes de la necesidad de diseñar una estrategia que sirva para reducir el riesgo de grandes incendios en un futuro". Castañares, cerezales y olivares, entre otras especies, deben estar más presentes en los montes extremeños en detrimento del pino, según apuntó Pulido, quien subrayó la labor que pueden desarrollar los ganaderos y, más concretamente, los cabreros a la hora de mantener los montes. Su papel también es importante para alertar de cualquier incendio que se registre.