Las obras del proyecto de regadío de Tierra de Barros, uno de los planes más ambiciosos en la historia de la comarca para el sector del campo, comenzarán en el año 2023, según se ha desprendido de la presentación oficial del proyecto que ha tenido lugar este martes en Mérida. En dicha presentación también se ha conocido que el proyecto, definitivamente, costará 55 millones de euros más de lo previsto inicialmente, ya que se contempla la construcción de una planta fotovoltaica para su funcionamiento, así como una serie de mejoras en la seguridad de las balsas que hay que edificar. También se ha dejado entrever que el agua no llegará hasta las parcelas de los agricultores hasta el 2026, si todo marcha por los cauces previstos.

Está previsto que se transformen en regadío un total de 15.170,97 hectáreas. Para ello se establecerán 6.586 parcelas con una media de 2,3 hectáreas en doce municipios de las comarcas de Tierra de Barros y Mérida que son Almendralejo, Alange, Aceuchal, Villafranca de los Barros, Villalba de los Barros, Ribera del Fresno, Solana de los Barros, Torremejía, La Zarza, Fuente del Maestre, Mérida y Villagonzalo.

La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Junta de Extremadura, Begoña García Bernal, encabezó la presentación del proyecto y lo calificó como el de mayor impacto económico y social en la región en los próximos años dentro del ámbito de la agricultura. Ha ofrecido algunos datos a tener en cuenta, entre ellos que la idea es sacar la licitación del proyecto a finales de 2021 y adjudicarlo durante el año 2022 para que las obras empiecen definitivamente a comienzos del año 2023. Para que todas estas fechas se cumplan, indica que están trabajando en “estrecha colaboración” con la Comunidad de Regantes, así como con los ayuntamientos implicados en el proyecto y el Ministerio de Agricultura.

Con respecto al incremento del coste hasta los 250 millones frente a los 195 millones previstos, la Junta de Extremadura asegura que los agricultores no van a tener que poner más de los 65 millones de euros que fueron comprometidos en su momento, por lo que ese suplemento de 55 millones de euros deberá correr a cargo del Gobierno de España y la propia Junta.

“No existe ninguna actuación semejante en la historia reciente de Extremadura, ni mejor plan de empleo rural, ni mejor programa de fijación de la población de territorio como este proyecto de regadío”, dice García Bernal.

Con respecto al agua, se destinará en un 63,4 por ciento para regar viñas, en un 36,2 por ciento para la riega de olivares, y el 0,4 por ciento restante para otras variedades de cultivo, donde para muchos también está el futuro de la transformación del campo extremeño.

Sistema de riego

Sistema de riego En la presentación del proyecto se han aportado algunos datos más de interés. Uno de ellos es que el regadío contará con una dotación de 2.765 metros cúbicos de agua por hectárea al año, a través de riego de apoyo con sistema por goteo. El regadío se abastecerá de los embalses de Alange y Villalba de los Barros, como ya estaba contemplado, a través de un sistema de riego “por demanda ordenada a la comunidad de regantes, que establecerá el horario de riego”.

Por lo tanto, este sistema consta de dos captaciones de agua superficiales, son sus respectivas estaciones de bombeo, en Alange y Villalba, además de una serie de conducciones de impulsión de las redes principales, secundarias y terceriarias. Otro dato de interés es que se construirán 2.262 kilómetros de tuberías.

El proyecto establece 17 sectores de riego y las tres balsas de regulación que disponen de una capacidad de almacenamiento de 14 hectómetros cúbicos. Las mejoras que se han incluido en el nuevo plan presentado hace que el proyecto también se haya encarecido con respecto al planteamiento inicial.

El riego se realizará durante seis días a la semana con 16 horas diarias como máximo, y contará con telecontrol y automatización, lo que permitirá “proporcionar un servicio de mayor calidad a los regantes” y dispondrá además de centro de control general, de estaciones de bomberos y de hidrantes en las parcelas.

Planta fotovoltaica

Planta fotovoltaica La inclusión de una nueva planta fotovoltaica tiene un coste aproximado de 19 millones de euros y es lo que también eleva el presupuesto del proyecto. Según los datos aportados por la consejera de Agricultura, producirá 11,4 megavatios y ocupará más de 32 hectáreas, de tal forma que el 65 por ciento de la energía necesaria para este regadío se aportará desde la planta con energía renovable. Todo ello supone un ahorro de coste energético estimado en el 79 por ciendo, es decir, unos 44 millones de euros en 25 años.

Este miércoles, 18 de noviembre, saldrá a información pública en el Diario Oficial de Extremadura la evaluación de impacto ambiental de este proyecto. El otro paso que falta es tramitar la concesión de aguas con la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Protección

Protección Manuel Mejías Tapia, secretario general de Población y Desarrollo Rural, también ha estado presente en la presentación del proyecto y ha destacado los criterios medioambientales seguidos para elaborarlo. Asimismo, ensalza que el documento tenga un respeto por el patrimonio arqueológico, la seguridad de las balsas o la fiabilidad en el funcionamiento hidráulico.

El hecho de que se haya apostado por la energía fotovoltaica, pese al incremento de la inversión inicial, disminuirá los costes de explotación, factor que Manuel Mejías también ha querido resaltar.

Sin marcha atrás

Sin marcha atrás Isidro Hurtado, presidente de la Comunidad de Regantes de Tierra de Barros considera que es un proyecto al que llevan muchos años dedicándole tiempo y que va dando pasos en firme “desde que empezamos hace cuatro o cinco años con el proyecto básico hasta el que hemos presentado hoy”.

Para Hurtado es fundamental la ilusión que hay en los casi 1.200 regantes que hay adscritos a la comunidad y que consideran que la llegada del regadío puede transformar todos sus negocios. “Los agricultores confían en que este proyecto salga adelante y que no tiene marcha atrás”.