Ocho de cada diez niños extremeños (78%) ven la tele o manipulan una pantalla táctil o el móvil mientras comen, según una investigación que revela que los menores con este hábito sufren mayor sobrepeso u obesidad.

Extremadura presenta el segundo porcentaje más alto de España -solo por detrás de Andalucía (82%)-, mientras que en el otro extremo se halla Navarra, donde solo la mitad de los escolares (53,3%) tienen esta costumbre.

Estos datos están recogidos en el V Estudio CinfaSalud: "Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil", avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).

De los menores extremeños que comen con una pantalla delante, casi la mitad (48%) lo hace a veces y el 21%, habitualmente, mientras que uno de cada diez (9%) siempre tiene una pantalla delante cuando está a la mesa.

El estudio pone de relieve también que cuatro de cada diez (43,1%) padres y madres españoles siguen sin tomar medidas aunque perciban que su hijo no se encuentra en su peso ideal.

Este porcentaje es todavía más elevado en Extremadura, donde el 48,6% de progenitores no reacciona de ninguna manera cuando piensa que el peso de su hijo es inadecuado.

Cuatro de cada diez (40,5%) llevan a éste al pediatra, mientras que solo el 2,7% opta por pedir ayuda a un nutricionista. En cambio, el 8,1% lo pone a dieta por iniciativa propia sin consultar a un profesional, una decisión que también puede entrañar riesgos para la salud del menor.

La investigación revela también que Extremadura es la comunidad española donde los escolares toman leche menos a menudo para desayunar (77%, frente al 92,1% de Murcia). Además, solo el 7% toma fruta en esta comida del día, aunque dos de cada diez beben zumo natural (23%).

Por otra parte, en el almuerzo, los escolares extremeños son también los que toman más bollería industrial (23%, frente al 2% de Baleares), a pesar de las advertencias de los expertos, que aconsejan comer a media mañana una pieza de fruta de temporada, un yogur o un bocadillo de queso u otro equivalente lácteo.

Respecto a los tipos de alimentos que ingieren los escolares de Extremadura, más de la mitad (53%) consume carne entre cuatro y siete ocasiones a la semana, aunque los expertos aconsejan hacerlo solo entre una y tres veces.

Además, solo uno de cada cuatro niños (25%) toma pescado con la frecuencia recomendada -más de tres veces a la semana, mientras que, únicamente, uno de cada diez (9%) come verdura en más de siete ocasiones semanales y uno de cada cuatro (25%) toma fruta con esta misma frecuencia.

Asimismo, el 84% de los menores extremeños toma chucherías alguna vez a la semana y Extremadura es la comunidad autónoma en la que más bebidas azucaradas se consumen (el 52% de los menores las beben, frente al 33,7% del País Vasco).

También el consumo de comida rápida por parte de la población infantil es preocupante entre los escolares extremeños, dado que el 85% la toma al menos una vez al mes, a pesar de su escasa calidad nutricional, tal y como pone de relieve el estudio.

Por otra parte, nueve de cada diez (92%) de niños en la región no duermen las diez horas diarias recomendadas por los expertos, a pesar de que diversos estudios indican que la falta de horas de sueño puede estar relacionada con el aumento del sobrepeso y la obesidad, además de afectar al rendimiento físico e intelectual.

De igual forma, sólo el 56% de los escolares de Extremadura destina más de dos horas a la semana al ejercicio físico y un 14% no dedica ni siquiera una hora.

La investigación señala, asimismo, que solo la mitad de los progenitores extremeños (49%) come habitualmente con sus hijos (diez o más comidas semanales), mientras que el 27% realiza con ellos menos de una comida o cena al día.