Mérida vivió ayer una intensa jornada marcada por la salida de ocho pasos en cuatro procesiones, que congregaron en las calles a miles de ciudadanos desde primeras horas de la tarde.

La primera en salir fue la Cofradía de Nuestra Señora de la Paz, a las 18.15 horas. Lo hizo desde la olvidada parroquia de San Francisco de Sales, único edificio que queda en pie de la antigua barriada de la Paz. Para dar más vistosidad se iluminó la avenida Rabo de Buey.

Le siguió, desde la barriada de la Antigua, la cofradía de la Vera Cruz. En ella destacó el manto nuevo de la virgen de Nazaret, de seis metros de cola. Ha sido bordado por el taller de esta hermandad y se inició hace cuatro años. Se han empleado 9.000 metros de hilo de oro.

Posteriormente salió la Cofradía de Jesús de Nazareno. La última fue la Cofradía Ferroviaria, que lo hacía con un paso nuevo para la virgen de la Esperanza.

Pero antes que nada, en la madrugada del jueves, la Junta de Cofradías llevó el Cristo de la O al teatro romano, en una espectacular procesión del silencio.