Una pequeña explotación caprina situada a las afueras de Arroyo de San Serván es el sustento de Manuel Gordillo y su familia, un vecino de este municipio. Cada día acude a su finca, situada a poco más de un kilómetro del pueblo, para cuidar a su ganado. Vacunarlo, limpiarlo, ordeñarlo... son algunas de las actividades que realiza prácticamente de sol a sol. Pero desde hace unos días a estos trabajos se une uno más, el de vigilante nocturno. Los ladrones han aparecido en el último mes en más de una ocasión por su explotación. El jueves fue la última vez que los cacos entraron en su finca para llevarse a 10 cabras, todas ellas embarazadas. Manuel esperaba tener los cabritos a comienzos de año para asegurarse así el relevo generacional y, como consecuencia, la continuación de su trabajo. Pero sus planes se truncaron en la madrugada del pasado viernes cuando los cacos las robaron. No era la primera vez. Hace casi un mes se llevaron otras cuatro.

Los robos en 'Los Barrillos', como popularmente se conoce a esta zona, no son un acontecimiento nuevo. Desde hace un año los vecinos contemplan como les desaparecen aperos de labranza, hortalizas, herramientas e incluso latas de refresco. Pero lo sucedido en el último mes ha superado todo lo anterior. La violencia con la que los ladrones se han llevado a sus animales ha terminado con la paciencia de Manuel Gordillo y su vecino Andrés Gordillo. Este jueves se cumplen 30 días desde que varios sujetos sacrificaron con el martillo de un rodo a una cerda propiedad de Andrés. Esa misma noche se llevaron cuatro cabras de Manuel. Todo se volvió a repetir apenas dos semana después. Los cacos entraron en la parcela de Andrés y mataron a hachazos a otra cerda, esta embarazada. Más allá de los hurtos, Manuel y Andrés lamentan la brutalidad con la que estos individuos acabaron con la vida de sus animales.

En los terrenos en los que se ubican sus fincas hay otras tres más. La mayoría de ellas ya sufrido la visita de los ladrones. A otro vecino de la zona le han robado sus gansos, gallinas y pavos. Tanto Manuel como Andrés han presentado varias denuncias ante la Guardia Civil. Pero tras ellas vino otro robo, el sucedido en la madrugada del pasado viernes en el que Manuel perdió 10 cabras embarazadas. Desde la Guardia Civil señalan que "dentro de las posibilidades" se están reforzando los servicios para terminar con los hurtos.

La Policía Local del municipio indica que las fincas están alejadas del casco urbano y que no pueden intervenir. El alcalde de Arroyo de San Serván, Juan Moreno, subraya que las investigaciones realizadas por la Guardia Civil están dando sus frutos y apunta a la presunta autoría de varios ciudadanos de nacionalidad rumana residentes en el municipio.

Las sospechas ya llevaron a Manuel y a Andrés a desconfiar de ellos. Algunos vecinos vieron como estos entraban en sus hogares cerdos sacrificados. En el patio de la vivienda contemplaron como descuartizaban a tres animales y los preparaban para su consumo hace unos días. No son los de Andrés pero según han podido saber se trataría de los animales robados en una granja de Almendralejo, de ella en lo que va de año los ladrones se han llevado 61 cerdos.

Manuel y Andrés se sienten desamparados. "Ya no es por recuperar nada, solo queremos que nos dejen tranquilos", apunta Andrés.

El caso de su vecino es aún más complicado. Su explotación es su medio de vida. Ha tenido problemas con el seguro y ahora ni siquiera podrá valerse del mismo para recuperar parte de lo perdido. De momento duerme en su finca, junto a sus animales, a la espera de que todo vuelva a la normalidad. "Me han hecho polvo", asevera. Muestran su desconfianza ante las instituciones y solo piden un mayor apoyo de las mismas.