La dimisión por motivos personales de la presidenta de la Agencia Extremeña de la Vivienda, Leonor Martínez-Pereda, es la segunda, en poco más de dos meses, con la que se ha encontrado el presidente de la Junta de Extremadura. La anterior, la del consejero de Economía, Manuel Amigo, pese a ser también irrevocable, no fue aceptada por Rodríguez Ibarra.

Amigo dimitió por el escándalo de las vallas publicitarias en las que se llamaba paleto a quien no conociera la región. Una dimisión que no llegó a consumarse finalmente.