"Estamos indignados". La frase que se convirtió desde mayo de 2011 en casi un sinónimo del Movimiento 15-M ha traspasado esta semana los diques de la política. Son muchos los dirigentes que han pronunciado la frase esta semana al ser peguntados por el 'caso Bárcenas '. La burbuja se ha roto y el barro ha llegado hasta las rodillas. 22 millones de euros en cuentas suizas es mucho dinero para un trabajador, por mucho que sea tesorero.

Tirando de calculadora los datos son aún más sorprendentes. Fíjense, Luis Bárcenas tiene 56 años. Imaginen que lleva trabajando desde los 18. Serían 38 años laborales. Para llegar a acumular 22 millones de euros sólo con su trabajo, este hombre tendría que haber ganado cada año la poco terrenal cantidad de 576.000 euros, unos 48.000 euros al mes. O le ha tocado el Euromillones en Suiza o este hombre debería ser Director del Fondo Monetario Internacional (FMI). Las cifras marean y Bárcenas tendrá que dar muchas explicaciones. Ya no le valdrá con decir que va mucho a Suiza porque le gusta esquiar. Mosquea también que cuando la investigación del Gürtel avanzó, el ex tesorero del PP movió el dinero, supuestamente para no ser pillado.

XMANTENIENDO,x casi por deferencia, la presunción de inocencia, Bárcenas ha sido la gota que ha colmado un vaso que estaba ya casi lleno. Su caso, sumado a la 'operación Pokemon', a Pujol , a Duran i Lleida , a los EREs andaluces e incluso a Urdangarín provocan que la confianza del ciudadano en sus representantes esté en mínimos históricos. Mejor que los del CIS no pregunten esta semana por cuáles son los problemas de los españoles. Lo peor de todo esto es que el ciudadano está tan enfadado que ya no distingue y eso es un problema para los políticos honrados, que como las meigas, haberlos 'haylos'.

La pregunta del millón ahora es ¿qué van a hacer los partidos para solucionar esto, para tapar la grieta con la calle? Esta semana se han puesto encima de la mesa ya medidas. Esperanza Aguirre propone una especie de asuntos internos al más puro estilo película americana de policía. Ana Botella se ha granjeado la enemistad de sus propios 'cachorros', pidiendo la desaparición de las agrupaciones juveniles en política.

Mientras desde Extremadura, el líder socialista Fernández Vara ha pedido que las declaraciones de la renta de los políticos sean públicas, incluso con carácter retroactivo. Lo que se le olvida a Vara es que la declaración de la renta no incluye sobres con dinero negro ni tampoco cuentas en Suiza. Afortunadamente en la política extremeña no parece llegarse a estos niveles de cara dura, pero todas las medidas dirigidas a impulsar la transparencia y la confianza en los políticos, ayudarán a que los ciudadanos no los vean como un problema, sino como una solución.

No ayudarán a esta percepción debates como el de esta semana en Extremadura con la constitución como protagonista. Gobierno y oposición han mostrado su rechazo al principio de ordinalidad. La dichosa palabrita no viene ni el diccionario de la RAE. Hagan la prueba. Ha surgido en el debate interno del PSOE que en algunas zonas muy concretas del país olvida la 'E' de España en sus siglas. Se plantea una hipotética reforma de la constitución hacia un modelo federalista que no contenta a todos y deja la puerta abierta a una financiación menos solidaria con las regiones pobres. Para ese viaje no se necesitan alforjas.

La propuesta ha provocado que el presidente extremeño José Antonio Monago diese un golpe sobre la mesa esta semana. Lo llamativo es que aún no había tablero. Aún parece lejana una reforma de la Constitución. Y si la hay, el PP deberá estar de acuerdo porque se necesitan tres quintos del congreso para ello.

Y también consenso se necesita para dar luz verde a la Renta Básica extremeña. Esta semana se ha dado un paso al frente en su puesta en marcha. Es curioso. El gobierno regional habla de su puesta en marcha en septiembre, el PSOE en febrero e IU en la mitad, en junio. No se ponen de acuerdo en las fechas, pero sí en que es necesaria.

Me pregunto ¿qué pensarán los extremeños que necesiten recurrir a esa renta de entre 400 y 600 euros al mes al ver lo de Bárcenas, sus sobres en negro y sus 22 millones de euros? Con ese dinero, podrían cobrar un año entero esta unos 5.000 extremeños. Indignante.